Durante el debate sobre la certificación del voto electoral de los Estados Unidos, el cual se realizaba en el Congreso el pasado miércoles, los simpatizantes con el ex-mandatario Donald Trump irrumpieron en el capitolio protestando contra el nuevo gobierno y, en lo que esto sucedía, poco tiempo antes, los partidarios del presidente de los Estados Unidos que viven al norte de la frontera salieron a las calles de Toronto en forma de un convoy que atravesó la ciudad tocando la bocina y saludando.
La pequeña caravana serpenteaba por la calle Yonge y varias otras vías de la ciudad, pasando también por el consulado de Estados Unidos para mostrar solidaridad con Trump y sus partidarios después de su reciente derrota ante el presidente electo Joe Biden, quien asumirá el cargo a finales de este mes. Se podía leer pancartas que decían “Trump 2020”, “Canadienses por Trump” y “Detengan el robo”.
No es la primera vez que en la ciudad se han dado este tipo de manifestaciones pero, como en todas las sucedidas, estas no generan más que confusión y consternación y, teniendo en cuenta que en el país americano se dio un intento de golpe al estado recientemente por parte de los simpatizantes, estas manifestaciones ahora se sienten especialmente aterradoras.
En el Capitolio se vivió un tiempo de terror, tras ser bloqueado y violado por los civiles que rompieron ventanas para asaltar las oficinas y las Cámaras de Comercio, el vicepresidente Mike Pence y los miembros del Congreso tuvieron que ser evacuados y, como resultado, un toque de queda en toda la ciudad a partir de las 6 p.m, varias personas resultaron heridas, incluidos numerosos agentes de policía y, además, una víctima mortal cuando una mujer recibió un disparo en el cuello
“En este momento, nuestra democracia está bajo un asalto sin precedentes, diferente a todo lo que hemos visto en los tiempos modernos … un asalto al estado de derecho, un asalto a la más sagrada de las empresas estadounidenses, la realización de los negocios del pueblo. Permítanme ser claro: las escenas de caos en la capital de la nación no representan una verdadera América, no representan quiénes somos. Lo que estamos viendo es un pequeño número de extremistas dedicados a la anarquía. Esto no es disensión, es desorden … Estados Unidos es mucho mejor de lo que estamos viendo hoy”, dijo Biden en un discurso desde Delaware.
Por su parte, Trump alentaba a sus partidarios a manifestarse en la capital e incitado a los ánimos con conversaciones sobre una elección amañada, aunque ahora les ha pedido que permanezcan en paz. Poco después, en un video, Trump calificó las elecciones de otoño como “fraudulentas”, afirmó que les habían robado las elecciones y les dijo a sus seguidores que los ama pero que tenían que retirarse y volver a casa en paz.
Tras conocerse las imágenes de los disturbios, donde varios de los protestantes fueron claramente reconocidos, se ha confirmado que muchos de estos han sido despedidos o han tenido que renunciar a sus trabajos como consecuencia de los actos violentos en los que formaron parte.
Si bien, Toronto cuenta con algunas personas (afortunadamente más dóciles) que comparten los mismos sentimientos pro-Trump, algo que es muy respetable y está bien, se puede estar agradecido que las manifestaciones no han llegado, ni creemos que lleguen, al punto en el que estuvieron en Estados Unidos.
Los padres, maestros y estudiantes de Ontario todavía han estado esperando el anuncio formal del primer ministro Doug Ford sobre si las escuelas reabrirán o no junto con el resto de la provincia en las próximas semanas, pero Ford, ya confirmó que los estudiantes no regresarán a la escuela en persona antes de las vacaciones de verano.
