El presidente Donald Trump firmó el lunes una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida, calificada como “trascendental” por expertos, podría tener consecuencias devastadoras para la salud global y debilitar los esfuerzos internacionales contra enfermedades como el ébola, el VIH y la tuberculosis.
La OMS, fundada en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial, es un organismo de las Naciones Unidas que coordina la respuesta internacional a emergencias sanitarias y fomenta el acceso equitativo a la atención médica. Con logros históricos como la erradicación de la viruela y la contención de brotes de ébola, la organización ha sido clave en la mejora de la esperanza de vida mundial.
En la pandemia de COVID-19, la OMS desempeñó un papel crucial al persuadir a China para que compartiera la secuencia genética del virus, lo que facilitó el desarrollo de vacunas a nivel global, incluidas las producidas en Estados Unidos. Sin embargo, la agencia ha enfrentado críticas por su burocracia, dependencia de donantes privados y respuesta inicial al COVID-19, lo que ha alimentado el escepticismo de la administración Trump.
Los motivos del retiro
Trump ha acusado a la OMS de ser “corrupta” y de encubrir el papel de China en la propagación inicial del COVID-19. Además, ha criticado el desbalance financiero, señalando que Estados Unidos aporta aproximadamente $500 millones al año, en comparación con los $40 millones de China.
La salida de Estados Unidos, que financia cerca del 20% del presupuesto de la OMS, podría paralizar programas esenciales, como la erradicación de la polio y el control de brotes de enfermedades infecciosas.
Devi Sridhar, experta en salud global de la Universidad de Edimburgo, afirmó que la cooperación internacional es crucial para la seguridad sanitaria. “Al salir de la OMS, Estados Unidos perderá acceso vital a información global sobre brotes y reducirá su capacidad para influir en la respuesta a emergencias sanitarias”.
La OMS también expresó su preocupación, destacando que la colaboración con Estados Unidos ha sido clave para logros históricos en salud. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, lamentó la decisión y advirtió que podría retrasar la lucha contra enfermedades como la tuberculosis y el VIH.
Aunque la retirada oficial tomaría un año, la orden de Trump incluye la suspensión inmediata de financiamiento, lo que podría acelerar el proceso. Sin embargo, en el pasado, decisiones similares fueron revertidas rápidamente, como ocurrió en 2021 bajo la administración Biden.
Expertos advierten que, además de los efectos inmediatos en la salud pública, esta decisión podría debilitar el liderazgo de Estados Unidos en la escena internacional, mientras otras potencias, como China, aumentan su influencia en organismos globales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.