Científicos de todo el mundo han anunciado una actualización crucial del Modelo Magnético Mundial (WMM), herramienta clave utilizada por sistemas de navegación modernos, incluidos los teléfonos inteligentes, aviones y barcos. Este modelo rastrea la posición del polo norte magnético, que continúa desplazándose hacia Siberia. Según los datos más recientes, el polo ha recorrido más de 55 kilómetros por año en las últimas décadas, aunque su velocidad se ha desacelerado recientemente a unos 35 kilómetros anuales.
A diferencia del Polo Norte geográfico, cuya posición es fija, el polo norte magnético es dinámico debido a los movimientos convectivos del núcleo de hierro líquido de la Tierra, que generan el campo magnético del planeta. Este campo no solo determina la posición del norte magnético, sino que también protege a la Tierra de la radiación solar dañina.
El fenómeno no es nuevo. Desde su descubrimiento en 1831 por el explorador Sir James Clark Ross en el norte de Canadá, el polo magnético ha recorrido miles de kilómetros. Sin embargo, los cambios recientes han sido especialmente notables: entre 1990 y 2015, el polo aceleró su movimiento de 15 km por año a un máximo de 55 km por año, antes de desacelerarse nuevamente.
Impacto en los sistemas de navegación y tecnología
El WMM es esencial para sistemas de navegación como los GPS, que necesitan datos precisos del norte magnético para funcionar correctamente. Las principales aerolíneas y los ejércitos de la OTAN ya han comenzado a actualizar sus sistemas con el nuevo modelo. Sin embargo, para los usuarios cotidianos de smartphones, los cambios serán imperceptibles.
El campo magnético de la Tierra, aunque vital para la vida, es enigmático. Históricamente, ha experimentado eventos aún más drásticos, como la inversión de los polos magnéticos, en la que el norte y el sur intercambian posiciones. Estas inversiones, que ocurren cada millón de años aproximadamente, son precedidas por una debilitación del campo magnético. El último gran cambio ocurrió hace más de 750,000 años, mucho antes de la existencia de la tecnología moderna.
Un cambio de polos podría tener implicaciones significativas para la tecnología actual, incluyendo interrupciones en la comunicación por radio, daños a los satélites y efectos en animales migratorios que dependen del campo magnético para orientarse. Aunque los científicos no esperan una inversión inminente de los polos, continúan monitoreando el comportamiento del campo magnético. La próxima actualización del WMM está programada para 2030, a menos que ocurran cambios significativos antes.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
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