Desde Ecuador hasta Brasil, varios países de América Latina atraviesan una de las peores sequías en décadas, lo que ha alimentado una devastadora temporada de incendios que preocupa a residentes y gobiernos. La situación ha afectado a naciones como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, donde los incendios forestales han arrasado miles de hectáreas, deteriorando la calidad del aire y poniendo en riesgo la salud de sus habitantes.
En Colombia, la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres informó que cerca de 11.000 hectáreas han sido consumidas por el fuego. En el departamento andino de Tolima, un incendio en la localidad de Nagataima dejó dos heridos, mientras que ocho aviones fueron desplegados para combatir las llamas. Actualmente, hay 26 incendios activos en el país, principalmente en Tolima y Cauca.
La situación no es mejor en Ecuador, donde el país enfrenta su peor sequía en 61 años. Esto ha provocado cortes de electricidad en 12 provincias, afectando a millones de personas. El gobierno ha implementado apagones nocturnos para racionar los recursos hídricos disponibles, luego de 71 días sin lluvias. Mientras tanto, en Perú, el estado de emergencia fue declarado por 60 días en los tres departamentos más afectados, ubicados en la región amazónica.
En Brasil, la sequía ha reducido el caudal del río Amazonas y secado el río Madeira, obligando a los residentes de la Amazonia a caminar largas distancias para acceder a alimentos y agua. El país ha registrado más de 63.000 incendios en lo que va del año, el doble en comparación con 2023, afectando alrededor de siete millones de hectáreas. El humo ha nublado ciudades como Brasilia, Río de Janeiro y São Paulo, y ha cruzado fronteras hacia Argentina y Uruguay.
Bolivia también ha sido severamente impactada. El gobierno declaró emergencia nacional y está a la espera de ayuda internacional para enfrentar los incendios, que ya han destruido 3.8 millones de hectáreas. Francia y Canadá han brindado apoyo en las labores de mitigación. Asimismo, Argentina lucha contra 1.500 incendios forestales en la provincia de Córdoba, que han devastado más de 30.000 hectáreas, obligando a la evacuación de decenas de personas.
Los científicos advierten que, aunque la mayoría de los incendios son provocados por actividades humanas, las condiciones secas y cálidas impulsadas por el cambio climático están acelerando la propagación de los fuegos. Datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (Inpe) de Brasil revelan que en 2024 se han registrado más de 346.000 focos de incendio en Sudamérica, superando el récord anterior de 2007.
A medida que el cambio climático empeora las condiciones meteorológicas, los incendios forestales en la región siguen siendo una amenaza latente, con miles de hectáreas quemadas y poblaciones enteras luchando contra las consecuencias de un fenómeno que parece no tener fin.
Redacción de: Karen Rodríguez A.