Las lluvias estacionales inusualmente intensas en Afganistán han dejado un saldo devastador. Según la agencia alimentaria de la ONU, más de 300 personas han perdido la vida y miles de hogares han sido destruidos, especialmente en la provincia norteña de Baghlan, la más afectada por las inundaciones del viernes.
Nazer Mohammad, un comerciante en el norte de Afganistán, regresó apresuradamente a su casa al enterarse de las inundaciones repentinas que azotaban las afueras de la capital provincial. Sin embargo, al llegar, encontró que su casa y su familia, integrada por su esposa y tres hijos, habían desaparecido bajo el lodo y el agua. Desafortunadamente, solo pudo encontrar y enterrar a su esposa y a dos de sus hijos, de 15 y 8 años, mientras aún busca desesperadamente a sus dos hijas, de aproximadamente 6 y 11 años.
Graves afectaciones a niños
Entre las víctimas mortales, al menos 51 son niños, según UNICEF. Organizaciones internacionales como Save the Children y la Organización Mundial de la Salud están movilizando equipos de rescate, suministros médicos y mantas para ayudar a los afectados.
Save the Children informó que aproximadamente 600.000 personas, la mitad de ellas niños, están afectadas en los cinco distritos más golpeados de Baghlan.
Arshad Malik, director nacional de Save the Children, describió la situación como devastadora, con aldeas arrasadas, casas destruidas y ganado muerto. Destacó la urgente necesidad de ayuda para las familias que ya estaban luchando contra los impactos económicos de años de sequía.
Estos eventos extremos de lluvias e inundaciones son cada vez más frecuentes en Afganistán y el país, según Malik, es uno de los menos preparados para enfrentar los desafíos del cambio climático. Además, en abril, otras 70 personas perdieron la vida debido a las inundaciones, lo que resalta la necesidad de una respuesta rápida y efectiva tanto a nivel nacional como internacional.
Redacción de: Karen Rodríguez A
