El calentamiento de la superficie del océano se ha acelerado de manera alarmante en las últimas cuatro décadas, cuadruplicando su velocidad de aumento de temperatura. Según un estudio de la Universidad de Reading, publicado en Environmental Research Letters, en los años 80 la temperatura de los océanos aumentaba a razón de 0,06 °C por década, mientras que ahora lo hace a un ritmo de 0,27 °C cada diez años. Esta aceleración ha contribuido a temperaturas oceánicas sin precedentes registradas en 2023 y principios de 2024, con máximos históricos sostenidos durante 450 días consecutivos.
Desequilibrio energético
El calentamiento acelerado de los océanos se debe a un creciente desequilibrio energético en la Tierra, que ocurre cuando el planeta absorbe más energía solar de la que puede liberar al espacio. Este desequilibrio se ha duplicado desde 2010, en parte debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera y a la reducción de la cantidad de luz solar reflejada al espacio. Aunque eventos naturales como El Niño pueden influir en las temperaturas oceánicas, los investigadores compararon los registros recientes con el periodo 2015-2016, cuando también ocurrió este fenómeno, y encontraron que el aumento de calor en 2023-2024 se debe principalmente al calentamiento acumulado del océano en los últimos diez años.
El impacto del aumento de la temperatura oceánica es significativo, ya que la superficie del mar desempeña un papel clave en la regulación del clima global. Un océano más cálido afecta los patrones climáticos, intensifica fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, sequías e inundaciones, y altera las corrientes oceánicas que transportan calor y afectan el clima en distintas regiones del planeta. Además, el calentamiento pone en riesgo la biodiversidad marina, amenazando ecosistemas sensibles como los arrecifes de coral, que dependen de temperaturas estables para su supervivencia.
Los investigadores advierten que el ritmo global de calentamiento de los océanos observado en las últimas décadas podría incluso acelerarse más en el futuro. Si la tendencia actual continúa, el aumento de temperatura de la superficie del mar registrado en los últimos 40 años podría igualarse en tan solo 20 años. Esto subraya la urgencia de adoptar medidas drásticas para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
Chris Merchant, investigador de la Universidad de Reading y autor principal del estudio, enfatiza que la única manera de frenar el calentamiento del océano es reducir la quema de combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo de emisiones netas cero. Esto significa no emitir más dióxido de carbono del que el planeta puede absorber naturalmente, lo que ayudaría a estabilizar el clima global. “El calentamiento acelerado de los mares nos avisa de la urgencia de reducir la quema de combustibles fósiles para evitar aumentos de temperatura aún más rápidos en el futuro y poder estabilizar el clima”, concluye Merchant en un comunicado de la Universidad de Reading.
Redacción de: Karen Rodríguez A.