La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, anunció el miércoles que la municipalidad ha duplicado el número de cámaras de velocidad en las calles y avenidas, pasando de 75 a 150. Según la autoridad de la metrópolis, el exceso de velocidad es un problema serio para los residentes.
Olivia Chow, durante una conferencia de prensa, aseveró que la idea no es generar una gran cantidad de multas, sino conseguir con esta medida ayudar a reducir el exceso de velocidad que está provocando inseguridad entre los usuarios y causando lesiones e incluso muertes.
La alcaldesa aseguró que el aumento de cámaras de velocidad en la ciudad, no implica necesariamente en multar a más conductores, no obstante, reconoció que el año pasado, su sistema de Control Automatizado de Velocidad (ASE), recaudó 40 millones de dólares.
Las cámaras se instalarán en las denominadas zonas de seguridad comunitaria, es decir, en áreas donde los límites de velocidad suelen ser más bajos que el promedio y en lugares donde el tráfico peatonal es más intenso. Con estos nuevos dispositivos, el número total de cámaras de velocidad alcanzará los 150 en toda la ciudad de Toronto, declaró Olivia Chow.
Los argumentos de las autoridades de Toronto
La alcaldesa Olivia Chow, defiende que el objetivo principal de la instalación de más cámaras de velocidad, es proteger a peatones y ciclistas. Añadió, que debido al exceso de velocidad, sólo el año pasado perdieron la vida en Toronto, 24 peatones y ciclistas. Es un problema muy grave para los residentes y estos incidentes son inaceptables, ponderó.
Otro problema constante que enfrentan las autoridades, es el vandalismo. Algunas personas indignadas por la presencia de radares de velocidad han empezado a destruirlos en varias partes de la ciudad. El pasado año, fueron desbaratadas 12 cámaras, dejándolas sin posibilidad de reparación, cada dispositivo damnificado cuesta alrededor de 10 mil dólares.
Por otro lado, de acuerdo a la página web de la municipalidad, los valores de las multas emitidas por exceso de velocidad, son reguladas por la ley provincial de tráfico vial. Estas oscilan entre los 5 dólares por kilómetro excedido en la velocidad, hasta los 19,50 dólares. Estas multas no restan puntos a la licencia y llegan por correo a los conductores.
A pesar de las críticas a la política de las cámaras de velocidad y al vandalismo sufrido, estudiosos de la Universidad Metropolitana de Toronto, afirman que se ha comprobado que la presencia de estos dispositivos inhibe a los corredores y reduce el exceso de velocidad, del 60% al 43% en zonas de 30 Km/h, así como en zonas de 40 y 50 kilómetros por hora.
Las autoridades municipales, aseveran que en el futuro podrían usar más tecnología automatizada para mejorar la seguridad y el tránsito en la ciudad. Las cámaras de control de tránsito podrían extenderse para detectar a los conductores que bloquean las vías al detenerse en las intersecciones y también usarlas en otras infracciones de tránsito.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
