No, no es el nombre de una nueva película de Transformers aunque suene muy relacionado a ese tema; “Deltacron”, es el nombre de un supuesto híbrido entre dos variantes de COVID-19.
Un investigador de la Universidad de Chipre fue quién anunció esta híbrido y dio a conocer que se formó a raíz de un cruce informado entre las variantes “Omicron” y “Delta”. “Era básicamente una secuencia viral que contenía una proteína de pico que se parecía mucho a Omicron… pero por lo demás era un Delta”, dijo Angela Rasmussen, viróloga de la Organización de Vacunas y Enfermedades Infecciosas.
Sin embargo, y al poco tiempo, la misma Rasmussen afirmó que después de cargar la secuencia del genoma de “Deltacron” en una base de datos internacional se corroboró que dicho híbrido no era cierto; ya que, varios investigadores dijeron que la secuencia no parecía otra cosa que una “contaminación” o “error de laboratorio”, siendo resultado de algún momento en el que una máquina de secuenciación recogió rastros de otro virus en la habitación y los comenzará a secuenciar.
Cabe resaltar que este error no es la primera vez que sucede, así lo afirmó Sarah Otto, codirectora del pilar de modelado y biología computacional en CoVaRR-Net. “Esa contaminación ha sucedido en todo el mundo una y otra vez. Es muy conocido en esta región particular del genoma, porque Omicron es muy conocido por esto”.
Es correcto decir que las fusiones entre variantes son posibles y, que de hecho, ya han sucedido antes; este proceso se le conoce como “recombinación” y es cuando dos virus co-infectan al mismo huésped e intercambian información genética. Esto es posible tanto en humanos como en animales, y entre dos variantes diferentes o dos virus diferentes; sin embargo, “Deltacron” no es el caso y lgunas de las razones por las cuáles, científicos como Otto y Rasmussen, afirman que dicho híbrido no es cierto están relacionadas a que de haberse formado un híbrido, varias partes del genoma tendrían secuencias de aspecto similar pero no lo hicieron; así como también, que Omicron ya cuenta con la mayoría de las mutaciones de Delta entonces, realmente, el híbrido no sería entre esas dos variantes.
Ahora bien, puede ser cierto que “Deltacron” no sea una amenaza a la salud física pero su nombre si podría llegar a hacerlo a la salud mental, al ser una oportunidad para crear pánico entre las personas. Fatima Tokhmafshan, coordinadora de divulgación y compromiso de la comunidad y los pacientes de CoVaRR-Net, afirmó que estaba recibiendo mensajes, correos electrónicos, mensajes directos de personas, e incluso periodistas, que estaban realmente preocupadas pensando que “Deltacron” era la gran amenaza del COVID-19.
Tokhmafshan considera que un término como “Deltacron” puede incitar al pánico, afectando la creencia del público frente a la eficacia de las vacunas e, incluso, puede ser el culpable de que el público se vuelva insensible a las constantes falsas alarmas sobre nueva variantes que, cuando suceda una real, no van a prestar atención.