El presidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente chino, Xi Jinping, desarrollaron su primera reunión cara a cara en un año con promesas de estabilizar su tensa relación y mostrando modestos acuerdos para combatir el fentanilo ilegal y restablecer las comunicaciones militares.
Los dos líderes pasaron cuatro horas juntos (en reuniones, un almuerzo de trabajo y un paseo por el jardín) con la intención de mostrar al mundo que, si bien son competidores económicos globales, no están atrapados en un enfrentamiento en el que el ganador se lo lleva todo.
“El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito”, dijo Xi a Biden. Por su parte, Biden enfatizó “Creo que es primordial que usted y yo nos entendamos claramente, de líder a líder, sin conceptos erróneos ni faltas de comunicación. Tenemos que asegurarnos de que la competencia no se convierta en conflicto”.
Entre los acuerdos destacan las acciones para frenar la producción ilícita de fentanilo y reabrir los vínculos militares. Muchas de las sustancias químicas utilizadas para fabricar fentanilo sintético provienen de China para los cárteles que trafican el poderoso narcótico a Estados Unidos, que enfrenta una crisis de sobredosis.
Para Biden, la reunión del miércoles fue una oportunidad para que el presidente hiciera lo que cree que sabe hacer mejor: la diplomacia en persona. “Como siempre, no hay sustituto para las discusiones cara a cara”, dijo a Xi. Con su optimismo característico, Biden esbozó una visión de líderes que gestionan la competencia “responsablemente”, y agregó “eso es lo que Estados Unidos quiere y lo que pretendemos hacer”.
Xi, por su parte, se mostró pesimista sobre el estado de la economía global pospandemia. La economía de China sigue estancada, con los precios cayendo debido a la débil demanda de los consumidores y las empresas. “La economía global se está recuperando, pero su impulso sigue siendo lento” afirmó Xi.
Redacción de: Karen Rodríguez