El Partido Laborista Australiano ganó las elecciones y puso fin a diez años de gobierno del Partido Conservador. El flamante primer ministro, Anthony Albanese, prestó juramento este lunes, con promesas de un futuro mejor.
Las elecciones en Australia se llevaron a cabo el día sábado y el Partido Laborista obtuvo el mayor número de escaños. El ahora, ex primer ministro conservador Scott Morrison, reconoció su derrota y felicitó al nuevo jefe del ejecutivo.
Uno de los temas importantes del proceso electoral fue el cambio climático y con su voto los electores manifestaron su apoyo a la agenda ecologista del partido vencedor. Muchos consideran que se trata de una victoria esencialmente verde.
En su discurso de victoria, Albanese afirmó que juntos, los australianos pueden poner fin a las guerras climáticas y también que pueden aprovechar la oportunidad y hacer con que Australia sea una superpotencia de energía renovable.
Analistas consideran, que la derrota del candidato derechista Scott Morrison, se debió principalmente a su defensa de la minería de carbón y a la ola ecologista que barrió Australia en esta elección. Morrison estaba en el poder desde 2018.
El partido vencedor se hizo de la mayoría en el Parlamento y podrá implementar una agenda respaldada ampliamente en las urnas. El recado de los electores es claro, se deben tomar medidas de acción climática más contundentes.
Especialistas afirman que Australia ha enfrentado en los últimos años condiciones climáticas catastróficas, incendios, inundaciones y sequías alimentadas por el cambio climático. Las respuestas del gobierno no estuvieron a la altura de las necesidades y la ciudadanía preocupada por su futuro no le dio un nuevo mandato a Morrison.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter