El domingo, los electores argentinos acudieron a las urnas en todo el país y en el extranjero para elegir a un nuevo presidente que regirá su destino por los próximos cuatro años. Fue el balotaje, en el que participaron el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei.
Con el 99,3 por ciento de las urnas escrutadas, Javier Milei alcanzó el 55,7 por ciento de los votos, contra el 44,3 por ciento de su adversario, Sergio Massa. La participación de los electores fue del 76,3 por ciento y apenas el 1,6 por ciento, votó en blanco.
Antes del inicio del balotaje, alrededor del 12 por ciento de los argentinos permanecía indeciso y se debatían entre escoger al ministro de economía, responsable en gran medida por la precaria situación económica o a un candidato cuyo discurso incendiario más asustaba que generaba confianza, la mayoría optó por el segundo.
Para sorpresa de muchos, horas antes del resultado oficial, el candidato Sergio Massa, reconoció la victoria de su oponente, para delirio de muchos argentinos que a lo largo de la campaña se convencieron que un salto a lo desconocido, era el mejor camino.
Tras la confirmación de su elección, el flamante presidente, prometió que en 18 meses controlará la inflación que está alrededor del 140 por ciento y que la llevará a niveles internacionales. Confirmó su plan de cerrar el Banco Central y dolarizar la economía.
Asimismo, anunció que por ahora mantendrá la tasa de cambio y no levantará la limitación a las reservas de dólares de los bancos del país, medida adoptada para controlar el saldo de la moneda estadounidense, por el actual mandatario, Alberto Fernández.
Javier Milei, economista de 52 años, será el presidente de la república número 52 y se enfrentará a la peor crisis económica en varias décadas, con la mayor inflación de los últimos 30 años, un 40 por ciento de los argentinos viviendo en la pobreza, una fuerte devaluación del peso, una deuda externa billonaria y la falta de reservas internacionales.
El presidente electo, confirmó también que todo lo que pueda estar en manos de la iniciativa privada, lo estará, empezando por privatizar las empresas públicas de comunicación, como la TV estatal, Télam. Finalmente, reveló que sus primeros destinos, antes incluso de su investidura el próximo día domingo 10 de diciembre, serán Israel y Estados Unidos.
Redacción de: Mauro García