Los desplazados indígenas Guna han comenzado a instalarse en sus nuevas casas en tierra firme después de abandonar la isla caribeña Gardi Sugdub, que ha sido azotada por el aumento del nivel del mar. Este cambio marca un nuevo capítulo en sus vidas, en el que algunos han colocado sus tradicionales hamacas en los portales de sus nuevas viviendas para disfrutar de la brisa fresca que baja de las montañas.
Augusto Walter, de 73 años, comentó la diferencia en el clima: “Ahora está más fresco, allá (en la isla) a esta hora eso es un horno”. Walter se mudó el miércoles por la mañana y estaba esperando a su esposa, quien se quedó en la isla preparando comida. A pesar de la falta de electricidad y agua potable, las 300 familias de Gardi Sugdub han trasladado la mayoría de sus pertenencias a sus nuevas casas en la comunidad de Isberyala, establecida en un antiguo terreno de cultivo de yuca en la comarca Guna Yala.
Ernesto López, de 69 años, quien se mudó junto a su esposa, mencionó la mejora en el espacio y comodidad en comparación con la isla, que estaba muy poblada y afectada por el aumento del mar. López, al igual que otros nuevos residentes, ha tenido que recurrir a lámparas de batería y estufas de gas debido a la falta de servicios básicos.
Funcionarios del Ministerio de Vivienda indicaron que, aunque la nueva barriada tiene electricidad y alumbrado público, cada casa debe formalizar un contrato con la compañía eléctrica para recibir el servicio, lo cual aún no se ha concretado. Además, se están construyendo cuatro pozos para proveer agua potable, aunque cualquier fallo eléctrico podría interrumpir el suministro.
Nuevas circunstancias por el cambio climático
Las casas en Isberyala, que tienen 40,96 metros cuadrados, están diseñadas con dos recámaras, una sala-comedor, un baño y un pequeño patio trasero para actividades adicionales. La urbanización también cuenta con canchas deportivas y un centro comunitario.
Sin embargo, no todos los habitantes están dispuestos a dejar la isla. Augencio Arango, de 49 años, expresó su preferencia por la vida en Gardi Sugdub, destacando la libertad y el espacio que ofrece la isla en comparación con las nuevas casas en tierra firme.
El proceso de mudanza continúa, con la expectativa de que todas las familias estén instaladas pronto. Mientras tanto, la comunidad de Gardi Sugdub sigue activa con proyectos de reciclaje y nuevas construcciones, reflejando la resistencia y adaptación de los Guna ante el cambio climático y las nuevas circunstancias. Este desplazamiento es solo el primero de muchos que se esperan en las costas de Panamá debido al aumento del nivel del mar, una realidad que el país deberá enfrentar en las próximas décadas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.