Los ciudadanos chilenos han rechazado, en un contundente plebiscito celebrado el domingo, la propuesta de una nueva Constitución encabezada por sectores de derecha. Con un 55,76% de los votos en contra, la opción de mantener la actual Carta Magna se ha impuesto, dejando atrás la iniciativa liderada por el Partido Republicano de José Antonio Kast.
Este resultado marca el segundo rechazo a la búsqueda de una nueva redacción constitucional desde las intensas protestas sociales de octubre de 2019. El presidente Gabriel Boric, en un discurso televisado, indicó que por el momento se da cierre al proceso constitucional durante su mandato, enfocándose en otras urgencias del país.
La propuesta liderada por Kast buscaba reemplazar la Constitución vigente desde 1980, legado del régimen de Augusto Pinochet, pero el respaldo ciudadano ha mantenido este documento, a pesar de reformas a lo largo de los años.
“El proceso constituyente estaba destinado a traer esperanza y finalmente ha generado frustración y hastío en una parte relevante de la ciudadanía, y eso no podemos ignorarlo”, señaló el presidente Boric, refiriéndose al sentir generalizado.
Tanto representantes de sectores a favor como en contra han manifestado la necesidad de diálogo entre los partidos políticos y trabajar en acuerdos que atiendan las demandas ciudadanas. Javier Macaya, del bando que abogaba por una nueva Constitución, indicó que el país no busca cambios ni refundaciones, sino soluciones concretas.
El presidente Boric, en respuesta a la demanda ciudadana, ha enfocado su gobierno en áreas como la seguridad, las reformas fiscales, pensiones y la igualdad de género, señalando la necesidad de producir acuerdos y soluciones que respondan a las necesidades sociales, económicas y de seguridad.
Con este resultado, se cierra temporalmente la posibilidad de una nueva Constitución hasta el fin del mandato de Boric en 2026, marcando un hito en la historia política reciente de Chile y planteando nuevos desafíos para el país.
Redacción de: Karen Rodríguez
