Las visitas de ciudadanos canadienses a Estados Unidos registraron una fuerte caída el mes pasado, en medio del creciente malestar por los aranceles impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump, así como por sus declaraciones provocadoras sobre una posible anexión de Canadá como “el estado 51”.
Según datos de Statistics Canada, en marzo se registró una reducción del 32% en el número de canadienses que regresaron en auto desde Estados Unidos en comparación con el mismo mes de 2024, marcando la caída más drástica desde la pandemia. Se trata del tercer mes consecutivo de descenso interanual. Por su parte, los viajes de regreso en avión disminuyeron un 13,5 %.
Las declaraciones de Trump, tanto sobre los aranceles como sobre el estatus de Canadá, sumadas a informes sobre el endurecimiento de los controles migratorios, han generado inquietud en la población canadiense. Casos como el de Jasmine Mooney, ciudadana canadiense detenida durante más de una semana en un centro de procesamiento en Estados Unidos ha encendido las alarmas, junto con otros ejemplos de ciudadanos extranjeros que enfrentan experiencias similares.
Además, las nuevas regulaciones que entrarán en vigor este viernes establecerán un registro obligatorio para canadienses que permanecerán más de 30 días en Estados Unidos, lo que ha contribuido al clima de desconfianza.
Aviso de viaje a Estados Unidos
Frente a esta situación, el gobierno canadiense actualizó recientemente su aviso de viaje hacia Estados Unidos, advirtiendo sobre el posible escrutinio por parte de agentes fronterizos y la eventual detención al ser denegada la entrada.
No obstante, desde el lado estadounidense se minimiza el panorama. “Aquí todo sigue igual”, declaró Mike Niezgoda, portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza en Nueva York. “Mientras tengas tus documentos, no hay problema”. Niezgoda también apuntó a la debilidad del dólar canadiense, que ha rondado los 70 centavos estadounidenses, como un posible factor en la disminución de los viajes.
El fenómeno, sin embargo, no se limita solo al norte de la frontera. El número de viajes en coche a Canadá por parte de residentes estadounidenses también cayó un 11 % en marzo, sumando el segundo mes consecutivo de descensos.
En contraste, los canadienses parecen estar buscando nuevos destinos. Las visitas de regreso desde países distintos a Estados Unidos aumentaron un 9 % en comparación con marzo del año pasado, marcando una clara reorientación de sus preferencias turísticas en medio del clima tenso con su vecino del sur.
Redacción de: Karen Rodríguez A.