La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se encuentra en una situación crítica y su sitio web fue desconectado sin explicaciones el pasado sábado. La medida se produce en medio de una congelación de la ayuda exterior ordenada por la administración del presidente Donald Trump, lo que ha generado una ola de despidos, cierres de programas y una creciente incertidumbre sobre el futuro de la agencia.
La decisión de Trump ha provocado fuertes reacciones en el Congreso de Estados Unidos, especialmente entre los demócratas, quienes temen que Trump busque eliminar a USAID como agencia independiente y transferir sus funciones al Departamento de Estado. Según los legisladores opositores, el presidente no tiene la autoridad legal para disolver una agencia financiada por el Congreso, y advierten que la desaparición de USAID podría afectar la seguridad nacional de Estados Unidos.
Por su parte, la administración Trump argumenta que gran parte de la asistencia exterior es un despilfarro y que ciertos programas promueven agendas sociales liberales. El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que USAID está bajo revisión para eliminar aquellos programas que no se alineen con los intereses nacionales, aunque no mencionó directamente su posible disolución.
El debate se intensificó con la intervención del multimillonario Elon Musk, asesor de Trump en la reducción del gobierno federal. Musk respaldó públicamente la eliminación de USAID, calificándola de “organización criminal” y afirmando en redes sociales que “es momento de acabar con ella”.
La suspensión de la ayuda exterior entro en marcha desde el 20 de enero y ha paralizado miles de programas humanitarios, de desarrollo y de seguridad en todo el mundo, dejando sin empleo a miles de personas. Organizaciones de ayuda internacional denuncian que la incertidumbre y falta de claridad sobre qué programas pueden continuar están afectando gravemente su labor.
USAID ha sido un pilar de la política exterior estadounidense desde su fundación en 1961 en plena Guerra Fría. Su potencial desaparición marcaría un cambio drástico en la estrategia internacional del país, especialmente en un contexto de competencia con China y su ambicioso programa de infraestructura global “Franja y Ruta”.
Mientras el Congreso y la administración Trump continúan en un pulso sobre el futuro de la agencia, la comunidad internacional observa con preocupación la posible retirada de Estados Unidos de la asistencia humanitaria global.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
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