Varias ciudades ucranianas se han teñido del azul y amarillo de la bandera nacional para festejar la retirada de tropas rusas de Jersón este viernes, la única capital de región capturada por Rusia desde el inicio de la guerra.
En Jersón, los soldados fueron recibidos con júbilo por las masas. En Odesa, donde muchos de los residentes de Jersón se han refugiado desde la avanzada rusa, los ucranianos han salido con banderas y carteles para celebrar el triunfo.
Hasta una pareja de novios recién casados aprovechó la ocasión para festejar su matrimonio frente a la Academia Nacional de Ópera y Teatro de Ballet de Odesa.
En la capital Kiev, a pesar de lucir a oscuras por los cortes de electricidad, la celebración también se desató desde la noche del viernes.
Las noticias de esta significativa victoria han animado el espíritu de las masas que se concentran en la icónica plaza del Maidán en Kiev, agitando banderas y estandartes.
En la mañana del sábado, varios ucranianos sacaron botellas de vino espumoso para brindar. Los abrazos, sonrisas y cánticos también se repitieron una y otra vez entre los presentes.
“El fin de la guerra está a la vista”, exclamó Valeria mientras bailaba con otras mujeres jóvenes que sostenían un póster diciendo que “Jersón es Ucrania”.
A fines de septiembre, Vladimir Putin anunció la anexión de las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Luhansk como territorios rusos tras un referendo que Ucrania y Occidente condenaron y consideran una farsa.
La posibilidad de que Rusia contraataque e intente vengarse vuela sobre las cabezas de muchos, pero los ucranianos dicen “estar preparados”.