Las autoridades rusas, oficialmente han cerrado las investigaciones sobre el levantamiento del grupo de mercenarios al servicio del ejército conocido como grupo Wagner, sin embargo, están examinando los hechos sucedidos el pasado sábado 24 de junio y de qué manera alterarán sus estrategias en el conflicto bélico en Ucrania.
El grupo paramilitar de mercenarios conocido como Wagner, actúa en la sombra dando soporte al ejército ruso, se trata de un ejército privado liderado por Yevyeny Prigoshin y que ha realizado actividades en varios países del mundo y hasta hace poco cumplía una misión en Ucrania. Su presencia contaba con el aval del presidente ruso Vladimir Putin.
No obstante, desde hace algunos meses su líder mostraba su discrepancia por la forma como los altos mandos militares rusos conducían el conflicto y alertaban sobre la falta de apoyo logístico para sus hombres. El punto de inflexión se dio el pasado viernes, cuando decidieron marchar hacia Moscú para mostrar su fuerza y poder ser escuchados.
Fueron 24 horas de extremada tensión, muchos imaginaban que este desafío a la autoridad de Putin, terminaría en una tragedia con derramamiento de sangre o incluso en una guerra civil, sin embargo la pronta mediación del presidente bielorruso Alexander Lukashenko, evitó que la marcha prosiguiera e hizo que las tropas de Prigoshin recularan.
Las lecturas que se vienen dando a estos hechos, dependen en gran medida del gusto de los que las hacen, lo cierto, es que sí ha menoscabado la imagen de Vladimir Putin, ha expuesto el uso de ejércitos irregulares en sus conflictos, pero al mismo tiempo se pudo sofocar lo que muchos imaginaban que terminaría en una guerra civil con un final impredecible.
Lo que se sabe tras el motín, es que Putín no tomará decisiones radicales en contra de los sublevados, les ha ofrecido que se integren a las filas regulares del ejército, si no lo desean, que se queden a vivir en Bielorrusia. Asimismo, el Kremlin ha retirado los cargos penales contra el líder del grupo Wagner, Yevyeny Prigoshin, sin embargo, para conocedores del odio que tiene Putin a lo que considera una traición, es probable que haya duras represalias.
Redacción de: Laura García
