Ontario ha registrado su mayor aumento semanal de casos de sarampión desde que comenzó el brote en octubre, con 223 nuevas infecciones reportadas en la última semana, según informó Salud Pública de Ontario. Con ello, el total de personas afectadas en la provincia asciende a 1.243, en medio de una creciente preocupación nacional e internacional por la reaparición del virus.
Del total acumulado, 84 personas han sido hospitalizadas, entre ellas 63 niños. Ocho pacientes se encuentran en unidades de cuidados intensivos. La mayoría de los nuevos contagios se concentran en el suroeste de Ontario, donde se ha registrado 57 nuevos casos esta semana, un fuerte aumento en comparación con los 15 de la semana anterior. La región vecina de Grand Erie también ha visto un repunte significativo, con 46 casos frente a los dos registrados previamente.
¿Qué pasa fuera de Ontario?
El brote, que comenzó tras una gran reunión en Nuevo Brunswick con presencia de comunidades menonitas, se ha expandido por América del Norte, vinculando casos en Ontario con brotes en Alberta, Texas, Nuevo México y el estado mexicano de Chihuahua. Las autoridades sanitarias han identificado coincidencias genéticas entre las cepas del virus en los tres países.
En Alberta, los casos han aumentado a 170 desde marzo, con nueve hospitalizaciones. La presidenta de la Asociación Médica de Alberta, la Dra. Shelley Duggan, advirtió que la provincia podría seguir el mismo camino que Ontario si no se incrementa la cobertura de vacunación.
En Estados Unidos, Texas lidera con 663 casos, mientras que El Paso, ciudad fronteriza, ya reporta 38 contagios. En Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera, se han confirmado 14 casos. Las autoridades de salud pública en ambas ciudades han intensificado las campañas de vacunación gratuita para contener el virus.
El brote también ha cruzado la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Aunque el estado tiene alta tasa de vacunación, existen comunidades con bajos niveles de inmunización, lo que aumenta el riesgo de brotes localizados.
La situación en Ontario y el resto del continente es un reflejo de una tendencia alarmante. Según la Organización Mundial de la Salud, los casos de sarampión en las Américas se han multiplicado por once respecto al mismo periodo del año pasado. El nivel de riesgo se considera ahora “alto”, impulsado en parte por la caída sostenida en las tasas de vacunación.
El Ministerio de Salud de Canadá continúa monitoreando la situación junto a sus homólogos en Estados Unidos y México. Las autoridades insisten en la necesidad urgente de aumentar las coberturas de vacunación, especialmente en comunidades rurales y religiosas donde se concentra la mayoría de los nuevos casos.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
