Ontario, la provincia más poblada de Canadá, se podría enfocar a una recesión este año como consecuencia directa de los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre las importaciones canadienses, según un nuevo informe de la Oficina de Responsabilidad Financiera de Ontario (FAO, por sus siglas en inglés).
Aunque ya se venían registrando señales de debilidad económica, con el desempleo en alza y el costo de vida disparado, la reciente escalada arancelaria desde el sur de la frontera podría ser el golpe definitivo que empuje a Ontario, y posiblemente a todo Canadá, a una recesión formal. Este panorama se suma a la advertencia de Wells Fargo, que pronosticó una “recesión técnica” para el país este mismo año.
El informe de la FAO proyecta que los aranceles estadounidenses reducirán la demanda de bienes y servicios ontarianos, desacelerando el crecimiento del PIB de la provincia a apenas un 0,6% en 2025, en comparación con un 1,7% en un escenario sin aranceles. Este declive llevará a una “recesión modesta” acompañada de un marcado aumento en el desempleo.
Las industrias más afectadas serán aquellas con fuerte presencia en el comercio transfronterizo, especialmente el sector manufacturero, donde se prevé una caída del PIB real del 8%. La fabricación de automóviles sufrirá una contracción aún más drástica, del 22,3%. No obstante, el informe señala que todos los sectores, incluidos los servicios, también se verán impactados por los efectos en cadena y las consecuencias económicas generales.
El crecimiento del empleo caerá a un 0,5 % este año y se reducirá aún más a -0,1 % en 2026. Según la FAO, esto significará 68.100 empleos menos en 2025 y 119.200 en 2026, alcanzando una pérdida acumulada de 137.900 empleos para 2029, en comparación con un escenario sin aranceles. Como resultado, la tasa de desempleo provincial subiría al 7,7 % para ese año.
A nivel geográfico, el suroeste de Ontario, donde ciudades como Windsor y Guelph dependen en gran medida de las exportaciones manufactureras, será especialmente vulnerable. Además, el informe anticipa que los costos de vida seguirán aumentando, con una inflación adicional de hasta 0,3 puntos porcentuales para 2026, debido al encarecimiento de las importaciones, represalias comerciales, y un debilitamiento del dólar canadiense.
De cara al futuro, la FAO estima que el PIB real de Ontario será un 1,8% inferior al del escenario sin aranceles para 2026, y un 2,0 % menor para 2029. Aunque se espera una leve recuperación del crecimiento entre 2027 y 2029, con un promedio del 1,8 %, esto seguiría siendo más lento que el 1,9 % proyectado sin las barreras comerciales.
Ante esta situación, todas las miradas apuntan al Primer Ministro canadiense, Mark Carney, quien lidera el gobierno liberal bajo el cual se han agravado las actuales condiciones económicas. Se espera que su administración anuncie pronto medidas para mitigar los efectos de los aranceles y proteger el empleo y la estabilidad económica en la provincia.
Redacción de: Karen Rodríguez A.