El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, visitará Irán para reunirse con el presidente Masoud Pezeshkian, en un intento por revitalizar el monitoreo del programa nuclear iraní en un contexto de crecientes tensiones en Oriente Medio. El viaje de Grossi se produce luego de una serie de ataques entre Israel e Irán y del colapso del acuerdo nuclear de 2015, situación que ha generado una mayor urgencia en el ámbito diplomático.
Grossi se mostró optimista luego de su reciente conversación con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, durante la Asamblea General de la ONU, donde planteó la necesidad de cerrar las brechas de confianza entre Irán y la comunidad internacional. “No debemos permitir que la desconfianza justifique ataques a instalaciones nucleares, lo que podría acarrear graves consecuencias radiológicas”, comentó Grossi durante la conferencia climática COP29 en Azerbaiyán.
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Progreso nuclear iraní y falta de cooperación
Irán ha ampliado su programa nuclear y ha acumulado reservas de uranio enriquecido al 60%, un nivel cercano al grado armamentístico, mientras reduce su cooperación con el OIEA. Las autoridades iraníes insisten en que su programa nuclear tiene fines energéticos, mientras que la comunidad internacional teme que Teherán avance hacia la producción de armas nucleares. Grossi afirmó que el trabajo del OIEA no es “juzgar intenciones”, sino verificar las declaraciones de Irán sobre el uso pacífico de su tecnología nuclear.
Desde la elección de Pezeshkian, considerado un líder reformista, el gobierno iraní ha mostrado cierta disposición para dialogar sobre el control nuclear, aunque hasta ahora no se ha concretado un avance significativo. Grossi subrayó la necesidad de una mayor transparencia en el programa nuclear iraní y reiteró que el OIEA requiere “más visibilidad” para poder monitorear adecuadamente las actividades en instalaciones clave, como la planta de enriquecimiento de Natanz.
El retorno de Trump y el futuro de las negociaciones nucleares
La reciente reelección de Donald Trump en Estados Unidos podría impactar en las conversaciones. Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018, lo cual debilitó el pacto y llevó a Irán a abandonar las limitaciones impuestas a su programa. Aunque Grossi describió su trabajo con la administración Trump como “profesional”, el diplomático reconoció que la situación se ha vuelto más tensa y los márgenes de maniobra para una solución diplomática se están reduciendo.
Grossi intentará reconstruir un marco de cooperación con Irán durante su visita, en la que se prevé que abordará la necesidad de transparencia en torno a las reservas de uranio y la investigación de trazas de uranio encontradas en lugares no declarados. Aunque Irán mantiene que no busca desarrollar armas nucleares, los crecientes desafíos diplomáticos y las tensiones regionales hacen que una solución a corto plazo sea difícil de lograr.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
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