Decenas de personas de países como Venezuela, Malí y Senegal se sentaron frente a un hotel de Manhattan esperando el procesamiento de asilo. Algunos han permanecido allí durante días, en una fila que da la vuelta a la manzana y subraya el desafío que enfrentan miles de migrantes en Nueva York.
La oficina del alcalde Eric Adams anunció que desde 2022 la ciudad ha abierto más de 190 refugios de emergencia, con 12 centros de ayuda a gran escala. Ante el incremento de solicitudes, está previsto que se instalen dos más en las próximas semanas.
En el Hotel Roosevelt, que reemplazó a la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria como el centro de procesamiento para los inmigrantes nuevos en la ciudad, se supone que los solicitantes de asilo reciben comida, agua y alojamiento para familias. Para hombres solteros, se facilita de transporte hacia un refugio.
El estado de Nueva York está obligado, por un decreto de consentimiento de décadas de antigüedad de una demanda colectiva, a proporcionar refugio a quienes no tienen hogar. A medida que llegaron más inmigrantes, se intentó una variedad de enfoques para alojarlos, desde tiendas de campaña hasta la reubicación en otras partes del estado.
Murad Awadeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York, señaló que la ciudad debería tener una mejor planificación y no debería estar operando a partir de una respuesta de emergencia. “Necesitamos invertir realmente para asegurarnos de que la infraestructura que tenemos pueda apoyar a las personas”, añadió.
Redacción de: Karen Rodríguez
