El gobierno talibán impuso una nueva restricción a las mujeres afganas, prohibiéndoles recitar el Corán o rezar en voz alta ante otras mujeres, según anunció Khalid Hanafi, viceministro de Virtud y Justicia. Durante un evento reciente en la provincia de Logar, Hanafi advirtió que las mujeres adultas no deben realizar recitaciones religiosas en presencia de otras mujeres y que tampoco se les permite pronunciar expresiones como “takbir” (Allahu Akbar) y “subhanallah”.
El anuncio, difundido inicialmente en redes sociales oficiales y luego retirado, marca la última de una serie de restricciones implementadas por el Ministerio de Virtud y Vicio que limitan profundamente la participación de las mujeres en la vida pública y privada. Desde su regreso al poder en 2021, el régimen talibán ha aplicado estrictas políticas de segregación de género y ha excluido a las mujeres de la educación secundaria, de numerosos espacios públicos y de la mayoría de los trabajos.
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Un golpe a la libertad religiosa y la vida cotidiana de las mujeres afganas
Activistas de derechos humanos denuncian estas políticas como “misóginas y opresivas”, pues las mujeres se ven restringidas incluso en el ámbito doméstico, con limitaciones a sus voces y expresiones religiosas.
Samira, una partera en Herat, describe cómo estas reglas afectan su capacidad de brindar atención adecuada en el sector de salud. Las activistas señalan que las mujeres, que son el sustento principal de sus familias, enfrentan enormes dificultades para realizar actividades cotidianas como comprar alimentos o acceder a atención médica bajo estas restricciones.
Reacciones de la comunidad internacional
Organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas y múltiples grupos de derechos humanos, han expresado su preocupación por el continuo retroceso de los derechos de las mujeres en Afganistán. La imposición de estas restricciones no solo limita la libertad religiosa de las mujeres, sino que también refuerza su exclusión de roles públicos y familiares, en un entorno ya difícil.
Además, el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio ha prohibido la visualización de imágenes de seres vivos en medios de comunicación y en emisiones oficiales, consolidando su control sobre la vida pública en el país y subrayando el impacto que las políticas del régimen tienen en todos los aspectos de la vida cotidiana de las mujeres afganas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.