La reciente victoria del Partido Liberal en las elecciones federales canadienses, ha exacerbado el deseo de muchos habitantes de Alberta de separarse de Canadá. Esta provincia, es un reducto del Partido Conservador que viene amargando seguidas derrotas.
El pasado sábado, cientos de personas se aglomeraron frente a la Legislatura de Alberta, en la capital Edmonton, para apoyar la salida de esa provincia de la Confederación Canadiense. Varios de ellos ondeaban la bandera de Alberta y otros incluso, la estadounidense.
Los nativos de esa provincia están insatisfechos con las medidas tomadas por Ottawa y los liberales en relación a varios aspectos de la administración pública y creen que si permanecen unidos a Canadá, no tendrán la posibilidad de cambiar de gobierno.
Curiosamente, la manifestación del fin de semana coincide con la flexibilización para la realización de referendos anunciada por la primera ministra, Danielle Smith. Aunque la premier, ha dicho que los cambios propuestos, no significan necesariamente que se convocará a las urnas para una secesión, sí reconoció que podrían facilitar esos anhelos.
Las razones de los albertanos
Además de la desilusión de no alcanzar el poder federal en el país, muchos habitantes de esa provincia consideran que perdieron el orgullo de ser canadienses desde los años 80 con la Política Nacional de Energía, que ellos entienden que perjudica sus intereses.
Los moradores, dicen que las políticas liberales han bloqueado oleoductos y obstaculizado la industria energética de su provincia. Algunos reconocen que la situación podría ser diferente si el líder de los conservadores, Pierre Poilievre, hubiera ganado las últimas elecciones.
Sin embargo, la mayor preocupación de los albertanos, tiene que ver con la pérdida de empleos en la industria automotriz, tras la imposición de aranceles por parte del gobierno estadounidense. Se quejan de que las mayores beneficiadas son las provincias de Ontario y Quebec y que para Alberta, no hay mucha esperanza dentro de la Confederación.
Oposición de las Primeras Naciones
La euforia de los manifestantes favorables a la separación, se vio opacada por la presencia de representantes de las Primeras Naciones que prefieren ver a Alberta dentro de Canadá y portaban carteles en los que se leía que la secesión violaría los tratados con sus pueblos.
Para Troy Knowlton, jefe de la Nación Piikani, es razonable que los albertanos se indignen con una victoria liberal más, no obstante, asegura que ninguna provincia tiene la autoridad para interferir ni invalidar los tratados firmados por las naciones aborígenes y Ottawa. Por su parte, la primera ministra, ha aseverado que respeta los derechos estipulados en esos tratados y que las Primeras Naciones tienen una relación propia con el gobierno federal.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
