Al menos 37 personas, entre ellas al menos 22 niños, murieron después de que un expolicía abriera fuego en una guardería en Tailandia, según confirmaron fuentes de seguridad del país.
El ataque se produjo en la provincia de Nong Bua Lamphu, en el noreste del país. El agresor, que portaba una escopeta, una pistola y un cuchillo, entró en la guardería de la localidad de Uthai Sawan y disparó y apuñaló indiscriminadamente a niños y adultos antes de darse a la fuga. Luego mató luego a su familia y se suicidó.
La policía lo identificó como Panya Khamrab, de 34 años, y por el momento, no se conocen los motivos del ataque.
Al parecer, el exagente había sido despedido a principios de año por consumo de estupefacientes, según han confirmado las autoridades.
¿Cómo sucedió el ataque?
Una maestra que sobrevivió al ataque aseguró al canal tailandés de noticias Thairth TV que el agresor solía dejar por la mañana a su hijo en la guardería, y que parecía educado.
Entre los muertos hay al menos 22 niños, según fuentes oficiales, alguno de tan solo 2 años de edad. También hay 12 heridos, que fueron llevados al hospital local.
En el momento del ataque, en la guardería había unos 30 niños presentes. La policía tailandesa asegura que Khamrab llegó al recinto después de la hora del almuerzo y empezó a ponerse nervioso al no encontrar allí a su hijo.
Los testigos relatan que abrió fuego casi de inmediato, primero “contra cuatro o cinco funcionarios de la guardería”, según explicó una vecina que trabajaba cerca, Jidapa Boonsom, a la agencia Reuters. Una de las víctimas es una trabajadora de la escuela que estaba embarazada de ocho meses.
Según un corresponsal del servicio tailandés de la BBC, solo una niña ha sobrevivido a la masacre gracias a que estaba profundamente dormida y el expolicía pensó que estaba muerta.