A las 7:35 de la mañana de este lunes 21 de abril, falleció en Roma, a los 88 años, el primer pontífice latinoamericano de la historia. La noticia la confirmó su sucesor interino, el cardenal Kevin Farrel, desde la residencia de Francisco, la capilla de la Domus Santa María.
Tras doce años de papado, el fallecido pontífice, estaba delicado de salud y había permanecido 38 días hospitalizado, debido a una crisis respiratoria que se transformó en una neumonía doble. Francisco padecía de una enfermedad pulmonar crónica.
Para los estudiosos de su gestión al mando de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio, argentino de nacimiento, llevó al Vaticano un soplo de aire fresco, a una institución de dos mil años de antigüedad, que venía algo mermada durante el mandato de Benedicto XVI.
El papa Francisco, nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936, fue el mayor de cinco hermanos, hijos de inmigrantes italianos y su vocación la descubrió a los 17 años. Tenía un estilo humilde y una genuina preocupación con los más pobres, durante su pontificado incomodó a los conservadores con sus críticas al cambio climático y al sistema capitalista.
El legado de Francisco
Al ser escogido como nuevo papa, Francisco tenía como responsabilidad reformar las finanzas del Vaticano y su compleja burocracia, no obstante, sin cambiar su doctrina original, logró reorganizar la iglesia abordando de frente temas incómodos a la iglesia.
El papa Francisco se posicionó contra la marginación de la comunidad LGBTQ+, enfatizando la misericordia, calificó de inadmisible la pena de muerte y aseveró que independientemente de usarlas, la sola posesión de armas nucleares, ya era una inmoralidad.
Por otro lado, el pontífice ratificó la oposición de la Iglesia Católica al aborto y reafirmó el carácter del sacerdocio como exclusivamente masculino y célibe. También fue criticado por no haber confrontado públicamente a la siniestra dictadura de su país, cuando era obispo.
El papa Francisco mejoró la situación de las mujeres en la iglesia, incorporándolas a puestos de decisión, así como les permitió servir como lectoras y acólitas en las parroquias. Trabajó para que hombres y mujeres coexistieran en una relación de reciprocidad y respeto.
Otro aspecto fundamental de la gestión de Francisco, fue entender la iglesia como un refugio para todos, sin excepción. Más que presidentes o figuras poderosas, fueron invitados a su mesa personas marginadas por la sociedad, como pobres, migrantes y presas.
Una marca de Francisco, fue el distanciamiento de los conservadores, quienes se sintieron traicionados porque el papa abrió el debate sobre la posibilidad de que los católicos que se casaban en segundas nupcias pudieran recibir los sacramentos, aunque no obtuvieran la anulación de su primera boda. Así como, por haber aprobado bendiciones eclesiásticas para parejas del mismo sexo. Muchos consideran a Francisco un pontífice revolucionario.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte