Las autoridades francesas presentaron cargos preliminares contra Pavel Durov, director ejecutivo de Telegram, acusándolo de permitir presunta actividad delictiva en su aplicación de mensajería. Durov, quien fue arrestado el pasado sábado en el aeropuerto de Le Bourget, fue liberado el miércoles tras cuatro días de interrogatorio, pero se le prohibió salir del país y se le impuso una fianza de 5 millones de euros. Además, debe presentarse en una comisaría dos veces por semana mientras continúa la investigación.
La fiscalía de París señaló que las acusaciones preliminares contra Durov incluyen la complicidad en la gestión de una plataforma en línea para transacciones ilícitas organizadas, un delito que podría llevar a hasta 10 años de prisión y una multa de 500.000 euros. Los cargos también están relacionados con la distribución de material de abuso sexual infantil y el tráfico de drogas a través de Telegram, así como la negativa de la plataforma a compartir información con las autoridades cuando es legalmente requerido.
El caso ha atraído atención internacional, provocando reacciones en varios países. En Rusia, funcionarios del gobierno calificaron el arresto de Durov como una acción políticamente motivada y un ejemplo del doble estándar de Occidente en cuestiones de libertad de expresión. Esto ha sido particularmente irónico para algunos críticos del Kremlin, dado que en 2018 el propio gobierno ruso intentó bloquear Telegram, aunque la prohibición fue retirada en 2020.
Declaraciones del presidente francés
El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió que el arresto de Durov no fue una decisión política, sino parte de una investigación judicial independiente. Macron reiteró el compromiso de Francia con la libertad de expresión, pero enfatizó que las libertades deben respetarse dentro de un marco legal para proteger a los ciudadanos y sus derechos fundamentales.
Telegram respondió a las acusaciones mediante un comunicado en su plataforma, defendiendo que cumple con las leyes de la Unión Europea y que su moderación sigue los estándares de la industria. La compañía destacó que no es responsable del mal uso de la plataforma y expresó confianza en una resolución rápida del caso.
Pavel Durov fundó Telegram en 2013 junto a su hermano tras enfrentarse a la presión del gobierno ruso por su anterior proyecto, la red social VKontakte. Telegram ha mantenido una postura firme a favor de la privacidad, lo que lo ha convertido en una herramienta clave para la comunicación en regiones con gobiernos autoritarios y en contextos de conflicto, como en Ucrania, donde la plataforma se usa ampliamente para compartir información sobre la guerra y alertas de seguridad.
Los gobiernos occidentales han criticado con frecuencia a Telegram por su falta de moderación de contenido, algo que ha sido un punto de fricción en los debates sobre cómo equilibrar la libertad de expresión y la seguridad en el entorno digital.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
