Agresiones a buques comerciales desatan tensiones internacionales y acciones defensivas en la región.
Estados Unidos y 12 aliados emitieron una advertencia conjunta a los rebeldes hutíes, instándolos a detener sus ataques a buques en el Mar Rojo. Los hutíes, con base en Yemen, han llevado a cabo al menos 23 ataques desde el 19 de diciembre, presuntamente en respuesta a conflictos entre Israel y Hamas en Gaza.
La declaración, firmada por Estados Unidos, Australia, Bahréin, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Alemania, Italia, Japón, Países Bajos, Nueva Zelanda, Singapur y el Reino Unido, condenó estos actos ilegales y exigió el cese inmediato de los ataques, advirtiendo sobre posibles consecuencias si continúan amenazando la vida, la economía global y el flujo comercial en esa vía fluvial crítica.
Estos ataques, dirigidos principalmente a buques comerciales en el estrecho de Bab el-Mandeb, han generado preocupación internacional y llevado a la formación de la Operación Guardián de la Prosperidad para proteger el tráfico marítimo. Recientemente, helicópteros estadounidenses respondieron a un ataque hutí, hundiendo tres de los cuatro barcos y desatando un enfrentamiento que resultó en bajas para los rebeldes.
El presidente Joe Biden ha tratado de evitar que la guerra de tres meses entre Israel y Hamás se convierta en un conflicto regional más amplio. Pero ha dejado claro que responderá a acciones que afecten el comercio global, señalando que cualquier acción futura será ejecutada con precaución para evitar tensiones profundas con Irán y sus grupos aliados.
Estos acontecimientos se suman a una serie de acciones previas, como ataques aéreos en Irak contra milicias respaldadas por Irán, resaltando la disposición de Estados Unidos a defender sus intereses y los de sus aliados ante amenazas regionales.
Redacción de: Karen Rodríguez