El jueves por la noche, un restaurante de dos plantas en la playa de Palma de Mallorca se derrumbó, resultando en la muerte de al menos cuatro personas y dejando a 16 heridos en esta popular zona turística de las Islas Baleares, según informó la policía nacional de España. Según los servicios de emergencia, los heridos fueron trasladados a varios hospitales; siete se encuentran en estado “muy grave” y nueve en estado grave.
El incidente ocurrió en el Medusa Beach Club, un conocido restaurante ubicado cerca de la playa. Según informes, el techo del edificio colapsó, causando la tragedia. Testigos relataron que había personas bailando en una terraza cuando ésta se desplomó sobre el piso inferior.
Inmediatamente después del derrumbe, bomberos y policía acudieron al lugar para llevar a cabo labores de rescate y atención a los heridos. También se llamó a psicólogos para asistir a los afectados por el trauma del suceso.
¿Qué dicen las autoridades?
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó su consternación a través de la plataforma de redes sociales X, diciendo: “Estoy siguiendo de cerca las consecuencias del terrible derrumbe ocurrido en la playa de Palma”.
Sánchez aseguró que había estado en contacto con las autoridades locales y regionales, y que el Gobierno está dispuesto a proporcionar “todos los medios y efectivos que sean necesarios” para manejar la situación. También ofreció su pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
La televisión estatal española TVE mostró imágenes de los bomberos trabajando para despejar las zonas afectadas del Medusa Beach Club alrededor de las 23:30 horas, hora local, con ambulancias en el lugar para transportar a los heridos a los hospitales.
Las causas del derrumbe aún no han sido determinadas y los servicios de emergencia continúan registrando el lugar y brindando atención a los afectados. La tragedia ha conmocionado tanto a los residentes locales como a los turistas que se encontraban en la zona en el momento del incidente.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
