Dinamarca da el gran paso de vuelta a la normalidad al tomar la decisión de eliminar todas las restricciones pandémicas ya que, considera que el COVID-19 ya no es “una enfermedad socialmente crítica”.
Si bien los casos positivos por la variante Omicron siguen aumentando en el país, solo en la última semana se han evidenciado más de 50.000 casos diarios en promedio, la primera ministra, Mette Frederiksen, ha dicho que, teniendo en cuenta las altas tasas de vacunación (60% de la población mayor de 12 años está vacunada) y que el número de personas hospitalizadas por graves ha disminuido, el gobierno ha dejado de considerar al COVID-19 como una gran carga para el sistema de salud; sin embargo, aclaró que: “no me atrevo a decir que es un último adiós a las restricciones. No sabemos qué pasará en otoño. Si habrá una nueva variante”, dijo.
Søren Brostrøm, jefe de la Autoridad de Salud danesa, ha dicho que los datos que realmente captan su atención en estos momentos son el número de personas en cuidados intensivos y no el número de infecciones; a lo que reporta que, actualmente, solo hay 32 pacientes con coronavirus en UCI.
Algunas de las restricciones que han sido eliminadas son el uso del tapabocas que ya no es obligatorio en lugares públicos como el transporte, las tiendas y las áreas interiores de los restaurantes; solo se recomienda su uso en hospitales, centros de atención médica y hogares de ancianos. De igual forma, el “pase digital” o carné de vacunación tampoco es necesario para ingresar a clubes nocturnos, cafés, autobuses de fiestas y para sentarse en el interior de los restaurantes. También, los controles fronterizos han finalizado entre Finlandia y los demás países Schengen pero los viajeros procedentes de fuera de la UE seguirán cumpliendo con los controles hasta el 14 de febrero.
Algo que sí tiene claro el gobierno es que hay una gran probabilidad de que las infecciones aumenten en la próxima semana y aconsejará una cuarta vacuna, mientras tanto ha pedido a los ciudadanos a hacerse pruebas regularmente para poder actuar de forma oportuna, de ser necesario.
Cabe resaltar que Dinamarca no es el único país de la Unión Europea que ha decidido tomar el salto, Irlanda ha eliminado la gran mayoría de sus restricciones, mientras que los Países Bajos también han flexibilizado su confinamiento.