La Cumbre de los Líderes del G20 se cerró en Nueva Delhi, el 10 de septiembre, tras haber presentado una declaración conjunta en la que condenan la guerra, sin mencionar explícitamente a Rusia. Analistas la interpretan como una victoria diplomática para India, que surge como la potencia emergente capaz de generar consensos en la escena internacional. La cumbre del 2024 será en Brasil, quien releva a India en la presidencia del grupo.
La declaración conjunta fue aprobada tanto por Estados Unidos y la Unión Europea, como por Rusia y China, mostrando a India como un puente dentro de las potencias que conforman el G20. El documento señala el sufrimiento humano causado por el conflicto y condena las violaciones al derecho internacional, pero no menciona explícitamente la intervención de Rusia a Ucrania.
Aunque las potencias occidentales consideraron que la declaración sí constituye una fuerte toma de posición contra la guerra, Ucrania por su lado, consideró que la declaración “no es nada de lo que estar orgulloso”. El país no pertenece al G20 y tampoco fue invitado por Narendra Modi, primer ministro indio.
Olaf Scholz, canciller alemán, insiste en el “éxito de la diplomacia india”, ya que “muchos no creían que la declaración fuera posible antes de la cumbre”, debido a las profundas fracturas internas del G20. Las declaraciones del primer ministro japonés, Fumio Kishida, se alinean con las de Alemania, ya que observó cómo “la agresión de Rusia contra Ucrania podría hacer temblar los cimientos del G20”. Finalmente, Emmanuel Macron, presidente francés, apuntó que el G20, fundado para resolver cuestiones económicas internacionales, no era necesariamente el lugar del que se podría esperar un progreso diplomático significativo sobre la guerra en Ucrania y añadió que no se trató tampoco de una victoria diplomática rusa, que salió “aislada” de la cumbre.
Redacción de: Karen Rodríguez
