Es difícil negar que el lanzamiento de la vacuna COVID-19 en Ontario y Canadá en general, fue extremadamente lento cuando comenzó; sin mencionar el hecho que Estados Unidos aún supera con creces las cifras de inoculación hasta bien entrado el 2021.
Una ventaja clave que ha tenido ese país es que Pfizer y Moderna, dos de las compañías farmacéuticas detrás de las vacunas de ARNm ampliamente utilizadas y aprobadas por Health Canada, tienen fábricas importantes en suelo estadounidense, lo que significa que no tienen que enfrentarse a largas esperas ni envíos demorados como los canadienses que tuvieron que hacerlo en innumerables ocasiones.
“Las vacunas COVID-19 han salvado vidas canadienses y nos han ayudado a todos a volver a la normalidad. Los planes de Moderna de establecer una instalación de vacunas de última generación aquí en Canadá es un paso clave en nuestro plan para hacer crecer un sector de ciencias de la vida nacional fuerte y competitivo con capacidades de biofabricación de vanguardia. Esto asegurará que Canadá esté preparado para futuras pandemias y otras emergencias de salud, fortalecerá nuestra economía y creará buenos empleos para los canadienses”, afirmó François-Philippe Champagne, Ministro de Innovación, Ciencia e Industria
Teniendo en cuenta esto, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, al igual que lo hizo en el caso de las máscaras N95 en 2020, ha abogado por que Canadá comience a producir vacunas por el obvio beneficio de una distribución más rápida y fácil; a lo que el gobierno federal respondió con el anuncio de que una “instalación de producción de vacunas de ARNm de última generación” de la compañía estadounidense estaba programada para algún lugar del país.
“Un declive de décadas en el sector dejó a Canadá sin la capacidad de bio-fabricación flexible y a gran escala necesaria para producir rápidamente una vacuna COVID-19 cuando golpeó la pandemia. Esta medida ayudará a fortalecer toda la cadena de valor del sector de la bio-fabricación y las ciencias de la vida, desde la investigación y el desarrollo, hasta la adquisición y retención de talentos, pasando por una mayor capacidad de ensayos clínicos, y fortalecerá la capacidad industrial general de Canadá”, señala un comunicado de Ottawa.
Aunque los números de vacunación de Canadá son ahora lo suficientemente altos, más del 81% de los canadienses mayores de 12 años han recibido al menos una dosis de la vacuna y el 70% están completamente vacunados, se ha aceptado que es probable un refuerzo contra el virus en el futuro por lo que, la planta para la fabricación de las vacunas de ARNm de Moderna parece ser un hecho, tanto para vacunas contra COVID como para otros virus.
Está noticia marca la primera vez que la nación se dedica a la fabricación de cualquier vacuna COVID, aunque el gobierno haya invertido recientemente cientos de millones en plantas existentes, como Resilience Technologies en Mississauga, para ayudar a impulsar la creación de terapias biológicas y de ARNm en general.
