La agencia pública Estadísticas Canadá, informó que las tasas de mortalidad significativamente más altas durante la pandemia del COVID-19, se dieron en las poblaciones con fuerte presencia de personas afrodescendientes.
El estudio arrojó un resultado inquietante, en las poblaciones afrodescendientes se registraron 31 muertes por cada 100 mil habitantes, mientras que en las otras poblaciones el índice fue de 22 muertes por cada cien mil personas.
La comunidad afro canadiense reportó una tasa de mortalidad más de dos veces superior a la de los canadienses de origen europeo. Entre ambos grupos se ubican los que se identifican como sudasiáticos y la población de origen chino.
Según la analista de Estadísticas Canadá, Nicole Aitken, el estudio enfrentó algunas limitaciones, debido a que los investigadores no tenían los datos de las personas que vivían en las casa de ancianos. Al inicio de la pandemia, este sector presentó algunos brotes mortales.
Por otro lado, los hombres presentaron las tasas de mortalidad más altas, principalmente los hombres de raza negra, que alcanzaron las 62 muertes por cada 100 mil habitantes. Las mujeres negras, también presentaron índices más elevados que mujeres de otros orígenes raciales.
El estudio mostró que la situación socioeconómica de los ciudadanos desempeñó un papel preponderante en el número de muertes asociadas al COVID-19 en todas las poblaciones, excepto en las personas de origen chino.
Finalmente, la investigación de Estadísticas Canadá, concluyó que la relación entre las comunidades afrodescendientes, de bajos ingresos y la mortalidad por COVID-19, se explicaría por múltiples factores. Entre ellos, los bajos ingresos, una vivienda inadecuada y un menor acceso a un servicio médico preventivo. Esos factores sumados, habrían aumentado el riesgo de contagio..
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter