Un escándalo asola a la selección canadiense femenina de fútbol que participa en los Juegos Olímpicos de París, tras la decisión de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) de retirar seis puntos al equipo y suspender a su entrenador y a dos de sus asistentes.
El entrenador Bev Priestman y dos de sus entrenadores asistentes, han recibido un duro castigo, han sido suspendidos por un año cada uno y el organismo rector del fútbol en Canadá (Canada Soccer) ha sido multado con aproximadamente 313 mil dólares.
El escándalo se desató después que un analista del equipo canadiense, fuera sorprendido espiando las prácticas de la selección de Nueva Zelanda, a través de un dron, antes del inicio de la competencia. Todos los involucrados fueron expulsados del equipo olímpico.
La reacción del gobierno federal
La ministra federal de Deportes, Carla Qualtrough, aseveró el domingo, que dada la gravedad de la situación, el gobierno ha decidido que mientras dure la sanción de la FIFA, retendrá parte de la financiación que recibe la organización Canada Soccer.
Por otro lado, la oficina de la ministra, confirmó que los fondos retenidos tienen que ver con los salarios de los involucrados, sin embargo, aún no se sabe exactamente cuánto del valor se debe retener. El resto del programa continuará funcionando normalmente, acotaron.
Según Qualtrough, este problema ha causado una importante distracción y mucha vergüenza para las futbolistas canadienses, así como para todos los aficionados que acompañan a la selección en París. Canadá venció a Nueva Zelanda por 2 a 1, en el grupo A.
Por su parte, el Comité Olímpico Canadiense (COC), está estudiando la posibilidad de apelar a la decisión de la FIFA, en relación a los seis puntos perdidos. Por ahora, el Tribunal de Arbitraje Deportivo no ha respondido los mensajes del COC. Las chances de que la selección canadiense clasifique a la siguiente fase tras la pérdida de los puntos, son muy improbables.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte