La decisión del gobierno de Ontario de concentrar varios juzgados en un único espacio físico en el centro de Toronto, ha generado una serie de críticas por parte de profesionales vinculados al derecho. Los detractores entienden que lejos de ayudar, esta medida acabará perjudicando a las comunidades más carentes.
Algunos representantes de la fiscalía, profesionales del derecho, miembros de sindicatos y defensores de minorías raciales se reunieron en la sede del poder legislativo de la provincia, para solicitar al primer ministro Doug Ford y al fiscal general Doug Downey que reconsideren esta medida.
Esta fusión de los juzgados es vista por los jurisconsultos como peligrosa, injusta y hasta racista. Uno de los participantes de la junta, afirmó que siempre se tuvo claro que esta unificación sería una barrera significativa para acceder a los servicios de justicia para las minorías étnicas de la ciudad.
Afirman también, que el gobierno provincial ignora un informe de la municipalidad de Toronto que dice que cerrar los juzgados en Etobicoke, North York y Sacrborough y crear el ahora denominado El Nuevo Juzgado de Toronto, será altamente perjudicial para las comunidades negras, indígenas y otras minorías raciales.
Otra participante arguyó, que los abogados que trabajan en los tribunales conocen los desafíos existentes para las personas que intentan llegar a los juzgados, muchos tienen un empleo precario, no poseen cuidado de niños y a veces ni dinero para el transporte, deben escoger entre ser despedidos o arrestados por faltar a la corte.
Por su parte, el gobierno provincial argumenta en su defensa que la unificación de los juzgados, ahorrará a los cofres públicos hasta 100 millones de dólares a lo largo de 30 años, en tarifas de arrendamientos. El Nuevo Juzgado de Toronto, comenzó a construirse en el 2018 y se espera que empiece a funcionar el año 2023.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter