A medida que el recuento de casos de COVID aumenta constantemente en Ontario, aumentan las preocupaciones sobre una quinta ola de la pandemia; y las posibilidades de que Ontario se dirija a una quinta ola parecen altas, según uno de los principales médicos.
La Dra. Malgorzata Gasperowicz, bióloga del desarrollo de la Universidad de Calgary, le dijo a Maclean’s que las posibilidades de que Canadá entre en una quinta ola son considerables este invierno. “Estamos en un estado muy peligroso. Todo depende de lo que hagan nuestros políticos”, comentó
Ontario, que levantó muchas medidas de bloqueo en octubre, podría correr un mayor riesgo; ya que, como ella señala, Ontario casi ha duplicado su promedio diario de recuentos de casos en las últimas tres semanas.
Pero el director médico de salud de Ontario, el Dr. Kieran Moore, dijo que la provincia todavía se encuentra en la cuarta ola que comenzó a principios de septiembre. “Este no es el comienzo de una quinta ola. Nunca declaramos que la cuarta ola terminó, esto es simplemente una continuación. Lamentablemente, todos los modelos predecían que esto pasaría y que aumentaría lenta y constantemente durante los próximos meses, incluidos enero y febrero”, dijo Moore, quién cree que la cuarta ola continuará hasta el invierno.
El problema ahora es que la variante de COVID posiblemente resistente a las vacunas que ingresa a Canadá está avivando más temores de un aumento en los casos. Ante esto, el primer ministro Doug Ford pidió al gobierno federal que prohibiera los vuelos desde países de interés. “Me acaba de informar el Dr. Kieran Moore, director médico de salud de Ontario, sobre la nueva variante que se ha encontrado en varios países de África y que los primeros informes sugieren que podría ser resistente a las vacunas. Me he puesto en contacto con el gobierno federal para expresar mi extrema preocupación sobre los riesgos que plantea y la necesidad de una acción inmediata hoy”, dijo Ford.
Se han encontrado casos de la nueva variante B.1.1.529 en Botswana, Sudáfrica y Hong Kong. La preocupación incluso ha retrasado los vuelos que llegan a Toronto.