La escalada militar entre Irán e Israel ha generado una severa crisis de movilidad aérea en Medio Oriente, con el cierre de espacios aéreos y la suspensión de vuelos en múltiples países. Los enfrentamientos, que comenzaron con un ataque israelí a objetivos estratégicos en Irán y continuaron con una respuesta masiva de misiles y drones iraníes, han desencadenado un efecto dominó que ha afectado seriamente al transporte aéreo regional.
Israel lanzó el viernes ataques aéreos sobre Teherán y otras ciudades iraníes, destruyendo infraestructura militar y científica, incluyendo una planta de enriquecimiento nuclear cerca de Qom. Irán respondió con cientos de misiles y drones dirigidos contra territorio israelí. El intercambio de ataques ha intensificado las tensiones y provocado cierres generalizados de aeropuertos y rutas aéreas en varios países.
El Aeropuerto Internacional Jomeini en Teherán suspendió todos los vuelos desde el viernes, mientras que el Aeropuerto de Mehrabad, también en la capital iraní, fue uno de los blancos atacados por Israel. En respuesta, las autoridades israelíes cerraron su principal terminal aérea, el Aeropuerto Ben Gurión, hasta nuevo aviso, redirigiendo vuelos a aeropuertos alternos, como Lárnaca, en Chipre.
En Irak, todos los aeropuertos han sido cerrados debido a su cercanía con Irán y al uso de su espacio aéreo por ambas partes durante los ataques. Siria y Líbano también han reducido drásticamente sus operaciones aéreas, especialmente durante las noches, cuando se intensifican los bombardeos. Jordania ha mantenido parcialmente su espacio aéreo abierto, aunque con importantes restricciones.
Impacto regional y operativo de gran escala
La situación ha afectado directamente a las operaciones de aerolíneas comerciales en la región, generando cancelaciones masivas, desvíos de vuelos y una gran acumulación de pasajeros varados, tanto en países en conflicto como en naciones vecinas. Expertos en aviación señalan que el cierre simultáneo de múltiples rutas y aeropuertos genera un “efecto dominó” con consecuencias logísticas de gran escala: miles de pasajeros, tripulaciones y aeronaves se encuentran fuera de posición operativa.
Según estimaciones preliminares, más de 50.000 viajeros israelíes se encuentran varados en el extranjero. Los vuelos comerciales hacia y desde Irán también están paralizados, afectando a ciudadanos extranjeros, estudiantes internacionales y trabajadores migrantes que no pueden salir del país. Gobiernos como el de India aún no han desplegado planes de evacuación para sus ciudadanos atrapados en la zona.
Las autoridades israelíes han advertido a su población que evite utilizar los pasos fronterizos terrestres con Jordania y Egipto, señalando que estos países, pese a mantener relaciones diplomáticas con Israel, representan un “riesgo elevado” en el actual contexto de seguridad.
El conflicto ocurre en vísperas del inicio de la temporada alta de turismo en Medio Oriente, lo que añade presión a los sistemas aeroportuarios y podría generar un impacto económico significativo. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con creciente preocupación el riesgo de una expansión regional del conflicto.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
