La huelga de los trabajadores del organismo público denominado, Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Ontario (LCBO) ya dura diez días y el premier Doug Ford, ha empezado esta semana, a ofrecer cócteles listos para beber a las tiendas de alimentos.
Los trabajadores de LCBO, no están de acuerdo con los cambios propuestos por el gobierno provincial, entre ellos, se permitirá la venta de la cerveza, el vino y bebidas premezcladas en 8,500 supermercados, tiendas de conveniencia y grandes tiendas con licencia.
En esta disputa laboral, 680 tiendas de la LCBO han cerrado sus puertas por primera vez en los 97 años de historia del monopolio gubernamental de la venta de bebidas alcohólicas. El disgusto de los empleados empezó cuando Ford ofreció dinero a The Beer Store para que adelantara la fecha previamente prevista, de la liberalización de las ventas de alcohol.
Qué pretende el gobierno de Ontario
El premier Doug Ford, ha afirmado reiteradamente que la LCBO continuará siendo un bien público y que conservará sus derechos exclusivos para la venta de bebidas espirituosas como whisky, ron, tequila, vodka y ginebra, asimismo, aseveró controlaría la distribución mayorista de vino y productos listos para beber a todos los minoristas privados.
El premier declaró la semana pasada, que la oferta presentada por LCBO al Sindicato de Empleados del Servicio Público de Ontario (OPSEU), era justa y que incluía aumentos del siete por ciento en tres años. Por su parte, el director ejecutivo de LCBO, George Soleas, recalcó que la oferta se mantiene y que están preparados para continuar negociando.
Sin embargo, el presidente de (OPSEU), JP Hornick, dijo que jamás su gremio se retiró de la mesa de negociaciones y que el mediador fue el que determinó que las conversaciones estaban en un punto muerto y canceló los diálogos. Enfatizó que el sindicato que dirige, no ha tenido noticias sobre la reanudación de las negociaciones, ni de la LCBO ni del mediador.
Entre los políticos provinciales, principalmente de la oposición, el gran responsable del conflicto laboral es el premier Doug Ford y su obsesión por impulsar la liberalización de la venta de alcohol. Así lo hicieron saber Marit Stiles, líder del NDP, Bonnie Crombie, líder de los liberales y Mike Schreiner, líder del Partido Verde. Hay un consenso sobre este tema.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
