Según los investigadores residir cerca de áreas urbanas con espacios naturales verdes y azules podría ser clave para mejorar la salud física y mental de los adultos mayores.
Un reciente estudio liderado por investigadores de la Universidad Estatal de Washington ha arrojado luz sobre el impacto positivo de vivir cerca de espacios urbanos verdes y azules en la salud física y mental de los adultos mayores. Publicado en la revista Health & Place, el estudio se basó en datos recopilados de encuestas realizadas a más de 42.000 personas en áreas urbanas del estado de Washington entre 2011 y 2019.
Los resultados destacaron que tener acceso a tan solo un 10% adicional de espacios forestales estaba vinculado a una reducción significativa en los problemas de salud mental que requieren tratamiento, afectando la vida personal y profesional. Además, contar con un 10% más de espacios verdes, áreas arboladas, cuerpos de agua o senderos largos también redujo la probabilidad de que los adultos mayores informaran una percepción de salud general como mala o regular.
Los investigadores encontraron que un ligero aumento en la proximidad a la naturaleza se asocia con una notable disminución en problemas de salud mental y una percepción más positiva de la salud general.
Adithya Vegaraju, autora del estudio y estudiante de medicina en la Facultad de Medicina Elson S. Floyd de la Universidad Estatal de Washington (WSU), señaló que la pérdida de estos espacios verdes y azules debido a la rápida urbanización no solo impacta el entorno ambiental, sino que también tiene repercusiones en la salud pública. Destacó que los adultos mayores, más susceptibles a la depresión y otros problemas de salud mental, corren un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo. “Los adultos mayores con problemas de salud mental son más resistentes a las intervenciones médicas o terapéuticas, que son tratamientos de referencia para estas afecciones”, explicó Vegaraju.
La exposición a espacios verdes o azules podría ser una herramienta para prevenir, retrasar o incluso tratar problemas de salud mental.
Así mismo, Solmaz Amiri, coautor del estudio y profesor asistente de investigación en la Facultad de Medicina Elson S. Floyd de WSU, destacó la importancia de entender la relación entre la naturaleza y la salud mental en los adultos mayores. Agregó que aún se necesita más investigación para comprender mejor cómo la exposición a estos espacios puede influir en la demencia y en la reducción de problemas de salud mental que podrían llevar al deterioro cognitivo.
Amiri también señaló la posibilidad de que los proveedores de atención médica consideren la prescripción de tiempo al aire libre como una herramienta para aliviar los problemas de salud mental en adultos mayores, siguiendo la tendencia emergente de las “prescripciones de la naturaleza”.
Redacción de: Karen Rodríguez A.