La huelga de los trabajadores del sector público, empieza este martes su séptimo día sin una solución a la vista. Los cuatro reclamos laborales que impiden un acuerdo entre el gobierno federal y el sindicato de los servidores públicos son: salarios, reglas de antigüedad en caso de despidos, contratos de subcontratación y teletrabajo.
Las autoridades de Ottawa no han cedido en su última oferta salarial, pero sí han ofrecido hacer una revisión de sus órdenes de retorno al trabajo para los funcionarios públicos. La presidenta de la Junta del Tesoro, Mona Fortier, ha señalado que el gobierno federal quiere llegar a un acuerdo justo para los empleados que refleje su valor.
No obstante, Fortier aseveró que cualquier acuerdo debe ser razonable para todos los canadienses, este concepto sirve para esta o para futuras rondas de negociación colectiva. Dijo, que hubo avances, principalmente en las últimas tres semanas, sobre la mayoría de las 570 demandas presentadas por el sindicato al inicio de las conversaciones.
Para la presidenta de la Junta del Tesoro, las demandas generales de los trabajadores son inasequibles y que si el gobierno cediera, acabaría afectando severamente su capacidad de brindar servicios a los canadienses. Así lo manifestó Mona Fortier, ante los parlamentarios este lunes, durante el periodo de preguntas de la Cámara de los Comunes.
Tras el inicio de la huelga el pasado miércoles, poco se ha avanzado, las reuniones son intermitentes e inconclusas. Ambas partes se acusan mutuamente de intransigencia, elevando la tensión de las negociaciones. Lo que sí es cierto, es que los canadienses continúan viendo afectada la prestación de importantes servicios gubernamentales, con interrupciones en sectores como inmigración, pasaportes e impuestos.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter