Con la vacuna a la vuelta de la esquina y el interés del gobierno de Ontario por mantener a sus residentes sanos y seguros, lo más probable es que se vuelva obligatorio, para ciertas actividades, portar una tarjeta de vacunación contra el COVID-19 emitida por el gobierno.
La ministra de Salud de Ontario, Christine Elliott, dio a conocer que la provincia planea emitir “algún tipo de tarjeta de prueba de vacuna” a los residentes después de que sean inmunizados contra el COVID-19. “Será muy importante que la gente lo tenga, por motivos de viaje y trabajo o para ir a teatros o cines o lugares donde la gente estará en contacto cercano mientras superamos lo peor de la pandemia”, comentó Elliott sobre las tarjetas de vacunación.
Se espera que las vacunas comiencen a implementarse en Canadá en los próximos meses, comenzando con las poblaciones claves como lo son los residentes de hogares de cuidados y el personal que les brinda atención; posteriormente, a medida que se vayan obteniendo nuevos informes sobre la vacuna, se comenzaría a aplicarse en otras poblaciones. Sin embargo, y aunque se ha dicho que la vacuna será voluntaria, Elliott afirmó que para aquellos sin vacuna tendrán prohibido participar en ciertas actividades una vez que las cosas vuelvan a (una nueva) normalidad. Aparentemente, el gobierno provincial se encuentra trabajando en una tecnología que le permitiría rastrear a las personas vacunadas.
Los padres, maestros y estudiantes de Ontario todavía han estado esperando el anuncio formal del primer ministro Doug Ford sobre si las escuelas reabrirán o no junto con el resto de la provincia en las próximas semanas, pero Ford, ya confirmó que los estudiantes no regresarán a la escuela en persona antes de las vacaciones de verano.