El 1 de abril marca el comienzo de una era significativa para la ley de policía en Ontario con la entrada en vigor de reformas trascendentales a la legislación que rige la actuación policial en la provincia. La Ley de Vigilancia y Seguridad Comunitaria, que reemplaza a la antigua Ley de Servicios Policiales de 34 años, promete cambios sustanciales en cómo se supervisa, disciplina y, en ciertos casos, suspende a los agentes de policía sin remuneración.
¿Cuál es el Cambio?
La reforma introduce un marco legislativo ampliado, consistiendo en 263 secciones, que contempla disposiciones desde la supervisión policial hasta la disciplina, destacando especialmente la posibilidad de suspender a los agentes sin remuneración en determinadas circunstancias. Este cambio es particularmente notable ya que, bajo la legislación anterior, un agente solo podía ser suspendido sin paga si era declarado culpable de un delito y sentenciado a prisión.
Qué Pasa Ahora con la Policía
Con estas reformas, los jefes de policía ahora tienen la autoridad de suspender sin paga a los agentes bajo ciertas condiciones, tales como estar bajo custodia o en libertad bajo fianza con condiciones que interferirían con su capacidad para ejercer sus funciones, o si el agente es acusado de un delito grave fuera de servicio que podría resultar en su despido. Esta medida tiene como objetivo fortalecer la confianza pública en el cuerpo policial al asegurar que aquellos agentes bajo acusaciones serias no permanezcan en la nómina.
Qué Piensa la Policía
La recepción de estas reformas por parte de la comunidad policial es mixta. La Asociación de Jefes de Policía de Ontario ve los cambios como un progreso, aunque insuficiente en cuanto a las expectativas públicas de transparencia y responsabilidad, especialmente porque las nuevas reglas se aplican principalmente a incidentes fuera del servicio. Por otro lado, algunos sindicatos policiales han expresado preocupaciones, señalando que estas medidas podrían socavar la presunción de inocencia de los agentes aún no condenados.
Un Nuevo Enfoque Disciplinario
Además, la reforma modifica significativamente el proceso disciplinario, introduciendo un organismo independiente y competente para llevar a cabo audiencias de adjudicación, alejándose del sistema previo donde un jefe de policía gestionaba casi todos los aspectos del proceso disciplinario. Esta modificación busca garantizar un procedimiento más justo y equitativo para los agentes acusados de mala conducta.
Inspector General y Consultas Comunitarias
La creación de la figura del inspector general representa otro pilar fundamental de la reforma. Esta entidad tendrá la responsabilidad de inspeccionar y monitorear la adherencia de los servicios policiales, las juntas policiales y los jefes a la nueva ley, además de investigar presuntas malas conductas. La ley también enfatiza la importancia de la participación comunitaria en el desarrollo de planes de seguridad y bienestar, promoviendo un enfoque más inclusivo y considerado hacia la seguridad pública.
