Gustavo Petro, el nuevo presidente de Colombia, ordenó que la espada del Libertador Simón Bolívar fuera a la tarima donde se llevó a cabo la ceremonia de investidura. “Esta espada tiene tanta historia que ahora sumará una más (…) Esta espada representa mucho para nosotros y quiero que sea del pueblo. Es la espada del pueblo y por eso la queríamos aquí”, dijo Petro, al explicar su decisión.
El presidente entrante hizo la petición después de jurar el cargo y recibir la banda presidencial. “Como presidente de Colombia solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario“, afirmó.
Después, el presidente del Senado, Roy Barreras, ordenó un inusual receso de diez minutos en la ceremonia de investidura para dar tiempo a que la Casa Militar de la Presidencia llevara la espada a la tarima, antes del discurso de Petro.
Cuatro soldados vestidos con el uniforme de la época de la Independencia llegaron a la Plaza de Bolívar llevando la espada en una urna de cristal que depositaron sobre una mesa en la tarima principal.
Acerca de la espada de Bolívar
El robo de la espada de Bolívar fue el primer acto de la guerrilla Movimiento 19 de abril (M-19), que la sustrajo el 17 de enero de 1974 de la Quinta de Bolívar, una casa museo en el centro de Bogotá donde estaba en exhibición. La pieza fue devuelta por el M-19 al Gobierno colombiano con ocasión de su desmovilización tras firmar un acuerdo de paz en 1990, durante el Gobierno del entonces presidente Virgilio Barco y desde entonces permanece en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
Para Petro, que en su juventud militó en el M-19, la espada tiene un gran valor simbólico, por eso quería que estuviera en su acto de investidura, junto con la escultura de la paloma de la paz, creada por el maestro Fernando Botero para la firma del acuerdo de paz con las FARC, en 2016.