La pandilla criminal venezolana Tren de Aragua, originada en las cárceles de Venezuela, ha generado alarma en las autoridades estadounidenses debido a su rápida expansión y su creciente involucramiento en delitos violentos en suelo norteamericano.
El Tren de Aragua surgió hace más de una década en una prisión en el estado de Aragua, Venezuela, pero ha crecido de manera alarmante a medida que millones de venezolanos han huido del país debido a la crisis económica bajo el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Hoy en día, la pandilla opera en múltiples países de América Latina y ha sido señalada por actividades como secuestros, extorsión, tráfico sexual y narcotráfico.
En julio de este año, el gobierno del presidente Joe Biden incluyó al Tren de Aragua en la lista de organizaciones criminales transnacionales, junto a grupos como la MS-13 de El Salvador y la Camorra italiana. Como parte de esta medida, Estados Unidos ofreció una recompensa de 12 millones de dólares por información que lleve a la captura de tres de sus líderes. Además, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha declarado a la pandilla como una amenaza de Nivel 1, lo que permitirá imponer sanciones más severas a sus miembros.
Crímenes del Tren de Aragua en Estados Unidos
La pandilla ha sido vinculada a varios crímenes en ciudades estadounidenses. Recientemente, en Aurora, Colorado, imágenes de una cámara de seguridad mostraron a un grupo de hombres armados entrando a un apartamento, lo que desató el interés mediático y una serie de investigaciones policiales. Aunque algunos informes sobre el control de la pandilla en la ciudad han sido considerados exagerados, las autoridades locales confirmaron que están investigando a varios individuos ligados al grupo por delitos que van desde robo de vehículos hasta homicidios.
La expansión del grupo ha desatado preocupación en las autoridades estadounidenses, quienes temen que las tácticas violentas de la pandilla se infiltren aún más en el país, aprovechando el flujo de migrantes venezolanos. Un grupo de senadores republicanos, liderados por Marco Rubio, envió una carta al procurador general Merrick Garland solicitando una estrategia coordinada para combatir al Tren de Aragua. Los senadores acusan al gobierno de Biden de no aplicar estrictamente las leyes de inmigración, lo que, aseguran, facilita la explotación de los migrantes por parte de organizaciones criminales.
Mientras tanto, en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha minimizado la gravedad del Tren de Aragua. En julio, el ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, calificó a la pandilla como una “ficción creada por los medios internacionales” y afirmó que el grupo forma parte de un supuesto complot de la oposición y Estados Unidos para desestabilizar al gobierno venezolano. A pesar de las declaraciones del régimen, las autoridades en Chile, Perú y Colombia han señalado al Tren de Aragua como responsable de una ola de violencia en la región, incluyendo casos de decapitaciones y extorsión a negocios locales, lo que aumenta la preocupación por su influencia en el continente americano.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
