El primer ministro, Mark Carney, aseveró durante una conferencia el último sábado, que su gobierno planea reducir drásticamente la inmigración para abordar la crisis de vivienda en el presente año. Para ello, presentó una estrategia que impulsará el crecimiento económico.
Al mismo tiempo, el mandatario se propone ajustar sus políticas migratorias. En su proyecto están diseñadas ambiciosas reformas que permitirán aliviar la escasez de vivienda, así como eliminar las barreras comerciales internas, preservando la innovación y la sostenibilidad.
El actual gobierno, ha heredado un sistema de inmigración bastante cuestionado, lo que ha minado el apoyo popular, pues muchos canadienses relacionan estas políticas a la escasez de viviendas. Asimismo, otros aspectos de la administración, como la atención médica y en general las presiones económicas, son asociadas a la admisión de muchos recién llegados.
De acuerdo con algunos expertos, el gobierno federal debe abordar las fallas sistémicas, como retrasos, ineficiencias y la percepción de los ciudadanos de una falta de rendición de cuentas. Por otro lado, debe buscar un equilibrio entre el crecimiento económico y la opinión pública, es decir, tiene que prestar atención constantemente a los deseos de la población.
La situación de la inmigración
La agencia federal Estadísticas Canadá, informó a inicios de 2025, que la población nacional alcanzó los 41,5 millones de habitantes. De ese total, el 7,25%, está formado por residentes temporales, que incluyen a estudiantes internacionales, trabajadores extranjeros y otros.
Especialistas afirman que este rápido crecimiento ha sobrecargado la infraestructura, generando el desagrado de la gente, por la dificultad de acceder a una vivienda digna y módica, así como a los servicios de salud y a los empleos bien remunerados.
A pesar de los recortes realizados por Justin Trudeau en 2024, el sistema sigue saturado, hay un retraso de dos millones de solicitudes hasta mayo de 2025, siendo que para residencia temporal son 884,600; para residencia permanente, 852,700 y para ciudadanía 195,800. Además, había 281,333 solicitudes de asilo pendientes hasta el mes de marzo.
El tema de la vivienda
Según las autoridades de Ottawa, el desafío de la vivienda es una prioridad nacional. Reconocen que el mercado inmobiliario canadienses ha estado sometido a una enorme presión, presentando una oferta limitada y precios desorbitados, para muchos ciudadanos, el poseer una vivienda propia, prácticamente se ha tornado un sueño inalcanzable.
El primer ministro, Mark Carney, asegura que su gobierno dará total prioridad a la vivienda implementando un enfoque multifacético para ofrecer viviendas asequibles y sostenibles, e invertirá 25 mil millones de dólares en su proyecto denominado “Build Canada Homes”.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
