La compañía Neuralink, propiedad de Elon Musk, continúa avanzando en el desarrollo de sus interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés) al realizar el implante de su dispositivo experimental en una tercera persona. Durante una entrevista reciente, Musk aseguró que los tres pacientes con el implante están evolucionando positivamente, destacando mejoras en el diseño del dispositivo, como mayor ancho de banda, más electrodos y mayor duración de la batería.
El primer paciente, con parálisis causada por una lesión medular, ha utilizado el dispositivo para jugar videojuegos y practicar ajedrez. El segundo, también con parálisis, ha podido controlar videojuegos y programas de diseño asistido por computadora para crear objetos en 3D. Aunque no se ofrecieron detalles del tercer paciente, Neuralink espera ampliar sus ensayos a entre 20 y 30 personas adicionales este año.
Desarrollo de interfaces cerebro-computadora
Neuralink no es la única organización que trabaja en este campo. Actualmente, hay más de 45 estudios en curso en Estados Unidos, enfocados en usar BCI para tratar trastornos cerebrales, ayudar a personas con lesiones medulares y explorar nuevas aplicaciones tecnológicas.
Empresas como Synchron, Blackrock Neurotech y Onward Medical también lideran iniciativas destacadas, utilizando métodos menos invasivos o combinando registros neuronales con estimulación cerebral.
El desarrollo de estas interfaces promete transformaciones significativas en la vida de personas con parálisis y otros problemas neurológicos. Según Marco Baptista, de la Fundación Christopher & Dana Reeve, los beneficios potenciales son inmensos, aunque los riesgos asociados también son altos. Los ensayos clínicos determinarán la seguridad y viabilidad de esta tecnología a largo plazo.
Neuralink obtuvo en 2023 la aprobación de la FDA para realizar pruebas en humanos, siguiendo los rigurosos procesos regulatorios de dispositivos médicos de alto riesgo. Estas pruebas deben ser supervisadas por comités de revisión ética independientes, los cuales garantizan que los riesgos y beneficios sean claramente comunicados a los participantes.
A pesar de los avances, expertos subrayan que es pronto para declarar un enfoque ganador en esta carrera tecnológica. Los próximos años serán cruciales para evaluar la verdadera capacidad y seguridad de las interfaces cerebro-computadora en diferentes aplicaciones.
Redacción de: Karen Rodríguez A.