Este miércoles 19 de octubre Netflix informó que solo pueden usar una cuenta abierta en su servicio las personas que viven en el mismo hogar y que en caso de detectar que no se cumple este requisito, el próximo año empezará a cobrar al usuario un importe adicional.
En este orden de ideas, la compañía tecnológica dedicó a la compartición de cuentas un apartado en su página de Ayuda, en donde deja claro que las personas que no vivan en el mismo hogar “tendrán que usar su propia cuenta para ver Netflix”.
A través de la dirección IP, los identificadores de los dispositivos y la propia actividad de la cuenta la compañía verifica el requisito del hogar. Con esta información, Netflix puede saber si se está usando la conexión a Internet del hogar del titular de la cuenta.
Es decir, que en el caso de que un usuario se conecte desde otra red, o desde un dispositivo diferente fuera del hogar, por ejemplo, porque está de viaje, la compañía hará una verificación del dispositivo, para corroborar que está autorizado a utilizar dicha cuenta.
Todo esto se hace con el fin de evitar que otros usuarios, aunque se trate de amigos o familiares, utilicen una misma cuenta, un fenómeno que en los últimos años ha permitido compartir gastos, por ejemplo, activando una cuenta que admite el uso simultáneo de cuatro dispositivos, pudiéndose repartir entre cuatro personas.