Mississauga se ha convertido en la última ciudad canadiense en anunciar la retirada de las banderas estadounidenses de lugares públicos, en respuesta a la creciente guerra comercial entre Canadá y Estados Unidos, así como a las amenazas de anexión del presidente Donald Trump.
La alcaldesa de Mississauga, Carolyn Parrish, anunció en la red social X el pasado sábado que la ciudad comenzó a retirar todas las banderas estadounidenses de ubicaciones a lo largo del lago Ontario y de estadios deportivos. Parrish afirmó que la decisión se tomó “a pedido de muchos” y confirmó que se han encargado banderas canadienses de gran tamaño para reemplazarlas en los mástiles del ayuntamiento.
La decisión de la alcaldesa ha provocado una ola de reacciones encontradas. Si bien muchos concejales de la ciudad han manifestado su apoyo, algunos ciudadanos expresaron dudas sobre la efectividad de la medida.
Las banderas estadounidenses serán retiradas de varias instalaciones municipales, incluyendo el Iceland Arena y los muelles de la costa del lago Ontario, particularmente en Port Credit. Sin embargo, seguirán ondeando en el Paramount Fine Foods Centre, dado que alberga equipos deportivos que compiten en ligas internacionales con equipos estadounidenses.
La alcaldesa Parrish expresó su preocupación por las repercusiones económicas de la guerra comercial y criticó a la administración de Trump por “perturbar los mercados, angustiar a los dueños de negocios en ambos lados de la frontera y causar estragos en una relación tan mutuamente beneficiosa”.
Esta medida es parte de una serie de acciones adoptadas por la ciudad en respuesta a los aranceles impuestos por el gobierno de Trump sobre productos canadienses, especialmente acero y aluminio. Mississauga ya ha modificado su Ordenanza de Adquisiciones para dar prioridad a los proveedores canadienses y ha lanzado la campaña “Elige Canadá”, que busca fomentar el consumo de bienes y servicios nacionales.
Parrish advirtió en una carta a los residentes y empresas sobre el posible impacto en el sector manufacturero de la ciudad, destacando un potencial aumento del 2-3% en la tasa de desempleo y la pérdida estimada de 600.000 empleos en toda la región.
Acciones en otras ciudades
Mississauga no es la única ciudad en tomar medidas similares. Los alcaldes de Barrie y Midland ordenaron previamente la retirada de banderas estadounidenses de edificios municipales. Por otro lado, el ayuntamiento de Toronto aprobó recientemente una campaña denominada “Compre local, compre canadiense”, con el objetivo de fortalecer la economía nacional.
Redacción de: Karen Rodríguez A.