Los republicanos eligieron por unanimidad al representante Mike Johnson como presidente de la Cámara de Representantes el miércoles, elevando a un líder profundamente conservador, pero menos conocido, a la principal sede del poder de Estados Unidos y poniendo fin por ahora a semanas de caos político en su mayoría.
Johnson, de 51 años, de Luisiana, ganó en la primera votación con el apoyo de todos los republicanos ansiosos por dejar atrás las últimas semanas de tumulto y continuar con la tarea de gobernar. Rápidamente tomó posesión de su cargo, siendo el segundo en la línea de sucesión a la presidencia.
Johnson, miembro de menor rango del equipo de liderazgo republicano de la Cámara de Representantes, emergió como el cuarto candidato republicano en lo que se había convertido en un ciclo casi absurdo de luchas políticas internas desde el derrocamiento de Kevin McCarthy mientras las facciones republicanas competían por el poder. Si bien no es la principal opción del partido para recibir el cargo, Johnson, profundamente religioso y ecuánime, tiene pocos enemigos y un importante respaldo del Partido Republicano de Donald Trump.
Por su parte, el presidente Joe Biden llamó para felicitar al nuevo representante y dijo que es “hora de que todos actuemos responsablemente” con los desafíos que tenemos por delante para financiar el gobierno y brindar ayuda a Ucrania e Israel.
En la Cámara, los miembros de extrema derecha se habían negado a aceptar un presidente más tradicional, y los conservadores moderados no querían un presidente de línea dura. Si bien Johnson no tuvo oponentes durante un pase de lista privado el martes por la noche, unas dos docenas de republicanos no votaron, más que suficiente para hundir su nominación. Sin embargo, cuando la presidenta de la conferencia republicana, Elise Stefanik, se levantó para presentar el nombre de Johnson el miércoles como su candidato, los republicanos se pusieron de pie de un salto para recibir una gran ovación.
Redacción de: Karen Rodríguez
