Seis migrantes fallecieron luego de que soldados mexicanos abrieran fuego contra un camión que huía cerca de la frontera con Guatemala, según informó la Secretaría de Defensa de México. El incidente ocurrió la noche del lunes en el estado de Chiapas, en las cercanías de Huixtla, una región conocida por ser una ruta común del tráfico de migrantes.
De acuerdo con el comunicado del departamento, los soldados que patrullaban la zona afirmaron haber escuchado disparos mientras un camión y otros dos vehículos se aproximaban a su posición. Dos de los soldados abrieron fuego contra el camión, que transportaba a 33 migrantes de diversas nacionalidades, incluidos ciudadanos de Egipto, Nepal, Cuba, India y Pakistán.
Cuando los soldados se acercaron al vehículo, encontraron a cuatro migrantes muertos y a 12 más heridos, de los cuales dos fallecieron posteriormente debido a la gravedad de sus heridas. El estado de los otros 10 heridos no ha sido revelado hasta el momento. Además, otros 17 migrantes que viajaban en el camión resultaron ilesos.
Aún no se ha confirmado si los migrantes fallecieron a consecuencia de los disparos de los soldados o si se hallaron armas en el camión. La Secretaría de Defensa informó que los dos soldados responsables de los disparos han sido relevados de sus funciones mientras se lleva a cabo una investigación exhaustiva.
Incidentes en la zona
Este tipo de incidentes no es nuevo en la zona, que frecuentemente es escenario de disputas territoriales entre cárteles del narcotráfico, además de ser una ruta crítica para el tráfico de personas. En México, cualquier evento en el que resulten civiles involucrados debe ser investigado en tribunales civiles, aunque los soldados también podrían enfrentar un juicio militar.
Irineo Mujica, activista por los derechos de los migrantes, expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que los migrantes o sus contrabandistas hubieran disparado primero. “Es realmente imposible que esta gente haya disparado contra el ejército”, afirmó Mujica. “La mayoría de las veces, logran avanzar pagando sobornos”.
Este incidente podría suponer un gran desafío para la recién investida presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo apenas unas horas después de los hechos. Aunque el evento ocurrió antes de su toma de posesión, Sheinbaum ha seguido la línea de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, al otorgar a las fuerzas armadas mayores poderes en materia de seguridad y otros sectores clave como la construcción y la gestión de empresas estatales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.