El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sorprendió al anunciar el martes que el gobierno ha puesto en “pausa” las relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá en el país. La medida llega tras las críticas de ambos embajadores a la propuesta de reforma judicial promovida por el mandatario mexicano, que busca transformar radicalmente la manera en que se eligen los jueces, incluyendo a los de la Suprema Corte, a través de elecciones populares.
En una conferencia de prensa, López Obrador aclaró que el congelamiento diplomático es exclusivamente con las embajadas, y no implica un distanciamiento total con los gobiernos de ambos países. Sin embargo, esta decisión ha provocado preocupación tanto dentro como fuera de México, especialmente en un contexto donde las relaciones comerciales y políticas con sus vecinos del norte son cruciales.
El presidente ha defendido la reforma judicial como un paso hacia la “democratización de la justicia” en México. Según sus partidarios, la iniciativa busca empoderar al pueblo mexicano, permitiéndole elegir directamente a sus jueces y combatir lo que consideran una élite judicial corrupta y desconectada de las necesidades de la población. La propuesta fue aprobada por una comisión de la Cámara de Diputados el lunes por la noche, lo que allanó el camino para su debate en el pleno del Congreso, que asumirá funciones en septiembre.
Sin embargo, la propuesta ha recibido duras críticas por parte de la oposición, analistas y organizaciones civiles, quienes advierten que podría debilitar la independencia judicial y convertir al poder judicial en una extensión del ejecutivo. También temen que el nuevo sistema exponga a los jueces a presiones políticas y criminales, erosionando la imparcialidad de las decisiones judiciales.
Críticas de EE.UU. y Canadá
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, fue uno de los primeros en alzar la voz, calificando la reforma como un “riesgo importante para el funcionamiento de la democracia de México”. Además, Salazar advirtió que el cambio podría afectar la relación comercial entre ambos países, que son socios estratégicos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Por su parte, el embajador de Canadá en México, Graeme Clark, expresó su preocupación sobre el impacto que la reforma podría tener en las inversiones canadienses en México, señalando que la estabilidad del poder judicial es clave para la confianza de los inversionistas.
Las reacciones de ambos diplomáticos irritaron a López Obrador, quien las calificó como “interferencia” en la política interna de México. “¿Cómo vamos a permitir que el embajador opine, que diga que lo que estamos haciendo está mal?”, cuestionó el presidente, quien subrayó que no expulsará a Salazar, pero insistió en que “lea nuestra Constitución”.
El anuncio de la “pausa” diplomática ha generado incertidumbre en los mercados financieros. El peso mexicano cayó un 1,65% en las operaciones de la tarde del martes, en medio de preocupaciones sobre el impacto de la medida en las relaciones comerciales con Estados Unidos y Canadá, que son los principales socios comerciales de México.
Además, la tensión diplomática se suma a la inestabilidad política interna tras las elecciones de junio, en las que Claudia Sheinbaum, la sucesora favorita de López Obrador, ganó la presidencia. Morena, el partido del presidente, junto con sus aliados, también obtuvo una supermayoría en la Cámara de Diputados y estuvo cerca de lograr una supermayoría en el Senado, lo que les permitiría modificar la Constitución sin necesidad de acuerdos con la oposición. Esta situación ha aumentado los temores de una concentración de poder en el ejecutivo, especialmente si la reforma judicial es aprobada.
La reforma judicial necesita una mayoría calificada de dos tercios en el Congreso para ser aprobada, ya que implica cambios constitucionales. A medida que se acerca el debate legislativo, la presión internacional y la reacción de las embajadas extranjeras podrían influir en la dirección que tome esta controvertida reforma.
Redacción de: Karen Rodríguez A.